Para lograr que todos los miembros de tu familia vivan armoniosamente, debes considerar poner límites. Aquí te dejo estos sencillos consejos.
Sin duda, la familia es un regalo divino. Todos los que tenemos la fortuna de tenerla agradecemos a Dios y la cuidamos como un gran tesoro. Ellos son las personas que siempre estarán ahí para cuando más lo necesitemos, ya que el amor es incondicional a pesar de todo. La familia es la que nos ama sin condiciones, nos acepta con nuestros defectos, debilidades y virtudes; qué mejor que la familia para ser feliz.
A pesar del inmenso amor que sentimos por nuestra familia, muchas veces la convivencia no es siempre color de rosa; algunas veces tenemos que aprender a respetarnos unos con otros para poder vivir en armonía.
Ahora bien, en toda familia siempre existirán desacuerdos que ponen en duda el gran amor que se tienen unos con otros, puesto que cada integrante tiene distintas maneras de pensar, diferentes necesidades y habilidades, incluso cada uno tiene un sueño por cumplir, lo cual dificulta más la convivencia.
Muchas veces por el amor que sentimos hacia la familia, dejamos que los límites que deben existir no se cumplan, que sean omisos; esto muchas veces puede afectar de manera individual a un integrante o a todos los miembros. Los límites son tan importantes para poder vivir en armonía y cuando estos no se realizan, entonces se generan conflictos que pueden acabar destruyendo el amor familiar.
Un amor que puede destruirse fácilmente
Establecer normas y límites familiares es una de las cosas más importantes que se deben considerar, ya que al hacerlo estaríamos reduciendo la aparición de conductas de riesgo para nuestros hijos, además que otorgan sentimientos de seguridad, protección donde ellos podrán adquirir las pautas necesarias para tomar decisiones y saber lo que es válido o no. Incluso también les ayudará a conformar su propia escala de valores.
Cuando los padres establecen límites, están ayudando a sus hijos a desarrollar la tolerancia a la frustración, lo cual les beneficiará en su vida adulta. Pero no solo se deben establecer límites a los hijos, sino también a todos los integrantes, me refiero a los cónyugues y familiares cercanos; esto es para vivir en armonía.
Pero, ¿cómo hacer cuando un integrante no respeta los límites?
Una de las manera más sencillas para lograr que se respeten los límites familiares es con una comunicación asertiva. Por ejemplo, la manera adecuada de hablar escogiendo las palabras precisas para cada ocasión, será lo ideal para no herir a los que se aman y crear empatía. Por ejemplo:
1 “Trata como quieres que te traten a ti”
Es una regla de oro que debe ser implementada en los límites familiares. Cuando hacemos entender a nuestros seres queridos que el respeto es el valor más importante entonces lograremos una mejor convivencia. Esta frase incluye muchos aspectos como: vivir sin violencia, crear empatía con los demás, dar sin esperar recibir nada a cambio, etc. Esto ayuda a ser humildes y generosos, entre otras cosas.
Simplemente, agregar esta frase en cualquier situación de la vida cotidiana será una herramienta para que todos aprendan a respetar los límites.
2 Qué tan maduro eres
Recuerda que los límites y normas que se deben establecer en la familia se implementan dependiendo de la madurez y edad de todos los integrantes, ya que de esa manera lograrás que se respeten y se lleven a cabo.
Una manera fácil para que todos vivan en armonía y respeten los límites, será explicando a los miembros cada situación. Es decir, dar explicaciones sobre cómo afecta tal comportamiento o actitud cuando se dejan salir las emociones negativas.
Identificar las emociones de cada miembro de la familia es un gran paso para comprender los límites que cada uno puede tolerar. Piénsalo así: las bromas familiares no siempre son divertidas, algunas veces pueden afectar la autoestima de quien las recibe. Por tal razón, ahora en adelante una norma en casa será expresar las emociones pero de manera asertiva y amorosa.
3 Personalidades diferentes
Algunas veces los límites no se respetan porque son impuestos de manera estricta y rígida, sin tomar en cuenta la opinión de los demás miembros de la familia. Recuerda que para tener una buena convivencia es necesario conocer lo que opinan los demás.
Será conveniente que las normas y límites que se piensan poner en casa sean analizados por todos los miembros, así cada quien expresará sus ideas, opiniones y soluciones en cada situación de la vida cotidiana. Esto dará libertad a los hijos y se sentirán más seguros y amados por los padres.
Claro, hay reglas que no se pueden discutir en familia, pero que deberán ser impuestas con amor y respeto; viéndolo no como obligación sino como parte fundamental de los valores que se pretenden enseñar.
Para concluir, debes tomar en cuenta que escuchar a los demás de manera asertiva será lo mejor que puedes hacer, para lograr una buena convivencia familiar. Recuerda que todos cambiamos constantemente, que las necesidades y los tiempos actuales evolucionan; es por ello que estos límites o normas deben ser flexibles, es decir, que se adapten a las necesidades de cada miembro de tu familia.
Fuente: Familias.com