Por Guillermo Torres Quiroz- Hazte Sentir
Un gesto de esperanza en tiempos convulsos
Entre el 27 de noviembre y el 2 de diciembre de 2025, el Papa León XIV realizó su primer viaje internacional como Pontífice, visitando Turquía y Líbano. Fue una gira histórica, no solo por su valor simbólico —conmemorando los 1,700 años del Concilio de Nicea— sino por los poderosos mensajes de unidad, paz, diálogo y solidaridad que llevó a dos regiones marcadas por conflictos, divisiones religiosas y un profundo deterioro social.
Mensajes clave del Papa León XIV
- Unidad en la diversidad y fraternidad entre cristianos de Oriente y Occidente. En İznik (antigua Nicea), oró junto al Patriarca Ecuménico de Constantinopla, reafirmando que la fe es puente, no barrera.
- Diálogo interreligioso y respeto mutuo. En Estambul visitó iglesias cristianas y también la Mezquita Azul, impulsando la convivencia pacífica entre creyentes de distintas confesiones.
- Defensa de la dignidad humana y acompañamiento a los más vulnerables. En Líbano, visitó un hospital psiquiátrico, se reunió con pacientes, enfermos y personal sanitario, y elevó una plegaria por la paz, la justicia y la esperanza.
- Condena del olvido y del rencor; llamado a la reconciliación. En Beirut, oró en silencio en el puerto donde ocurrió la explosión de 2020, ante las víctimas y sus familias; pidió “desarmar el corazón” y reconstruir con misericordia y justicia.
- Esperanza para los jóvenes y futuro de paz. Durante encuentros con jóvenes maronitas y otras denominaciones, alentó a no resignarse ante la crisis, sino a ser protagonistas de una renovación espiritual, social y cívica.

¿Por qué este viaje importa también para nosotros?
Para Hazte Sentir, la visita del Papa León XIV es un modelo de fe en la acción pública, un testimonio vivo de cómo la Iglesia puede convertirse en voz profética para la paz, la dignidad y la justicia. En un contexto global marcado por la polarización, la violencia y la pérdida de valores, su mensaje recuerda que:
- La fe trasciende fronteras étnicas, culturales y confesionales.
- La paz no se construye con imposiciones, sino con diálogo, respeto y misericordia.
- Los cristianos están llamados a servir a los más vulnerables, sin excepción, y a promover la solidaridad real, no sólo simbólica.
- La unidad en la diversidad puede y debe ser testimonio de civilización, no de imposición.

Invitación para nosotros
Este viaje papal nos interpela como creyentes, ciudadanos y defensores de la dignidad humana:
- Recordemos que la fe auténtica exige compromiso: con la justicia, con los pobres, con la vida.
- Comprometámonos a construir puentes, no muros: en nuestras comunidades, en nuestras familias, en nuestra nación.
- Oremos y actúemos por la paz: reclamemos justicia, dignidad y respeto para todos, especialmente los más vulnerables.
- Seamos testigos valientes: como lo fue el Papa León XIV, sin miedo a hablar la verdad, sin temor a predicar caminos de reconciliación.
Porque la misión de la Iglesia no termina en una visita: comienza con cada corazón dispuesto, con cada vida transformada. Que este gesto histórico impulse una nueva evangelización de la esperanza y la libertad.