“¿Por qué no activarme para ayudar a mis compatriotas venezolanos que no la están pasando bien?”, se preguntó en 2017; luego, creo una ONG para recoger fondos y socorrer a los más necesitados de su país
La solidaridad de quienes han emigrado desde Venezuela, huyéndole a la crisis política y social que se vive en el país suramericano, es la respuesta inmediata y necesaria para que buena parte de quienes se quedaron, puedan contrarrestar el drama que enfrentan día a día, concretado en la falta de medicamentos y una alimentación adecuada.
Marinellys Tremamunno, una periodista venezolana acreditada en El Vaticano, a la par de su profesión y de la realidad que vive desde hace nueve años cuando emigró a Italia al avizorar la triste situación en que ahora está sumergida Venezuela, es de estas personas que no olvidan sus orígenes e intentan apoyar desde la diáspora.
Nació en Caracas, de padre italiano y madre venezolana. Sus abuelos paternos le inculcaron los valores familiares y la fe cristiana que confiesa, con la solidaridad, el respeto y el amor al prójimo que la caracterizan. A su paso por Caracas, Marinellys narró para Aleteia cómo surgieron y se concretan esos gestos de solidaridad con sus compatriotas, cuyo objetivo es darle respuesta a uno de los aspectos más visibles: la falta de alimentos en muchos sectores de la población.
Argumenta que miles de venezolanos encuentran en las ollas comunitarias de la iglesia y demás organizaciones sociales, la única manera de alimentarse correctamente. Sea a diario; una o dos o veces a la semana; cada quince días o mensualmente, según cada realidad, “estas ollas son la única manera que muchos tienen de consumir proteínas”, dice la comunicadora social, surgida de la Universidad Central de Venezuela en 2002.
Narró que al culminar sus estudios universitarios laboró en varios medios impresos, emisoras de radio y televisoras de Venezuela, cumpliendo, incluso, el rol de animadora en concursos de belleza y en otros eventos de interés social. Desde Caracas, pasó a vivir con sus familiares en San Antonio de los Altos (estado Miranda) donde mostró sus cualidades de emprendedora y empresaria, fundando su propio periódico: “Tras la noticia”, que se mantuvo durante seis años y cerró en 2009.
Sin embargo, la crisis de Venezuela comenzó a asomarse con fuerzas en esa época y su visión la llevó a tomar una dura decisión: emigrar del país. Detrás de ella han salido más de cuatro millones de venezolanos. “En 2009 decidí irme de Venezuela porque percibí que esto iba a suceder, que las cosas iban para peor”. Reconoce que “la emigración ha sido un proceso difícil pero luego de la fase de adaptación, gracias a Dios y al esfuerzo, retomé la profesión del periodismo”. Con ella, contactos y amigos.
¿Qué hacer por los más necesitados?
Luego de estar en Italia por casi 8 años, Marinellys Tremamunno, se peguntó: “¿Por qué no activarme para ayudar a mis compatriotas venezolanos que no la están pasando bien?”, refirió en conversación con Aleteia. “En 2017 sentía que debía ir más allá de las denuncias desde mi profesión en favor de Venezuela, y decidí crear la asociación Venezuela: la Piccola Venezia, para obtener ayudas concretas y llevarlas a mi país”, según explicó esta singular emigrante italo-venezolana.
El proyecto fue diseñado en julio de 2017 y se comenzó a realizar en febrero del 2018. Por ejemplo, la olla que se realiza en la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana, a través de Cáritas y en la Casa de la Misericordia, cuenta con su colaboración, la cual también tiene alcance a otras organizaciones que trabajan con la Iglesia.
¿Cómo colaborar con Llenemos las ollas?
“Paralelo a lo que está funcionando también hemos activado una campaña de comunicación para sensibilizar entre los ciudadanos de Italia y otros países, sobre el tema de la crisis humanitaria que se vive en Venezuela. Es la campaña “Llenemos las ollas”, que se hace vía on line, para llegar a más personas e instituciones, “con la idea de obtener más recursos para duplicar los aportes que se le están entregando a Cáritas”.
Marinellys Tremamunno ratificó a Aleteia que con esta campaña de recaudación de fondos, se intentará “financiar 300 Ollas comunitarias de Cáritas de Venezuela, para brindar 30.000 platos de comida”. Por ello resaltó la importancia de visitar el portal Llenemos las Ollas, donde los interesados obtendrán más información sobre esta iniciativa; así como a la plataforma digital Gofundme, para realizar las donaciones.
Recordó que el lanzamiento del proyecto fue el 31 de mayo pasado, en la sede de la fundación pontificia “Ayuda a la Iglesia que Sufre” de Roma, con el apoyo del Centro Italo Venezolano de Corato. Finalmente, agradeció la confianza y el apoyo del presidente de la CEV, monseñor José Luis Azuaje; el respaldo del cardenal Baltazar Porras, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Caracas; y la solidaridad y apertura de la directora nacional de Cáritas Venezuela, socióloga Janeth Márquez.