El Seminario San Juan María Vianney de Puerto Maldonado acoge a jóvenes de diferentes partes del suroriente del Perú, como Demetrio Sánchez, un nativo de 20 años que desea ver al Papa Francisco y ser sacerdote, porque se necesitan personas que lleven la Palabra de Dios a las comunidades.
“Quiero ser sacerdote. Por eso vine aquí a Puerto Maldonado, a tener una experiencia cómo se vive la vocación sacerdotal y ver si pudiera ingresar a ser sacerdote, ya que en (estos) tiempos ya no hay padrecitos. Por eso yo quiero ser sacerdote”, expresó a ACI Prensa el joven cuya lengua materna es la ashaninka-matsigenka.
Demetrio tiene que recorrer tres días por río y carretera desde su comunidad Tangoshiaria (Cusco) para llegar al seminario, donde permanece el tiempo que duran las clases, hasta que comienza el periodo de vacaciones y retorna a su hogar.
“Ciertamente es un recorrido muy largo, pero claro, cuando se le invitó a venir al seminario, vino con mucha ilusión”, afirmó el P. Carlos Alberto Castillo Flores, rector del Seminario San Juan María Vianney.
En declaraciones a ACI Prensa, el P. Castillo explicó que Demetrio forma parte del pre seminario, donde recibe “una nivelación académica para que puedan continuar con los estudios eclesiásticos, concretamente la filosofía y luego la teología”.
Demetrio, indicó, se sintió motivado por el testimonio de vida de Mons. David Martínez, Vicario Apostólico de Puerto Maldonado, “que había trabajado en su zona, de donde es él”.
“Quizá motivado por su ejemplo y al ver la necesidad de sacerdotes, no hay sacerdotes ahora en su comunidad, él se animó a venir aquí al seminario y está con la ilusión de ser padrecito, si Dios quiere, en el futuro”, afirmó.
Hablando en español, Demetrio destacó la labor evangelizadora de los sacerdotes. Son los que “llevan a predicar la Palabra de Dios o evangelizar, (enseñan) que todos somos hijos de Dios, como cristianos”. Además, apoyan a los necesitados y muestran “cómo vivir en la familia”.
El P. Castillo indicó que cuando se creó el seminario en 1985 hubo un crecimiento vocacional en el Vicariato. Si en embargo, hace siete u ocho años empezó un declive que obligó en 2017 “a crear el seminario menor”.
“Hasta el 2016 todavía funcionaba el seminario mayor aquí en Puerto Maldonado. Actualmente tenemos un joven que está en el seminario mayor en Jaen. Con los que estamos ahora son del seminario menor y el pre seminario”, señaló.
El sacerdote explicó que mientras en el pre seminario se da una nivelación académica, en el seminario menor se busca “despertar el germen vocacional que van manifestando los chiquitos”. “Es más o menos inculcarles a abrazar la vida sacerdotal”, señaló.
En ese sentido, Demetrio afirmó que desde que empezó su formación “mi vida ha cambiado mucho”.
Así, no ocultó su entusiasmo por la visita que Francisco realizará a Puerto Maldonado el 19 de enero. “Siento ganas de ver al Papa”, afirmó Demetrio, pues “un Papa es un padre santo, un mensajero que busca la unidad a los cristianos, es un maestro, por eso yo quiero ver un Papa que es cabeza de la Iglesia”.
Demetrio, relató el P. Castillo, “nos explicaba que había necesidad de anunciar la Palabra de Dios”. Incluso en sus vacaciones “había hecho alguna celebración de la Palabra, ahí en su comunidad (…), y vino con mucha ilusión diciendo: ‘Padre, he convocado a mi comunidad. Mi comunidad ha participado en la celebración de la Palabra que he hecho’. Claro, en su propio dialecto, y está muy motivado”.
El Papa Francisco visitará Perú del 18 al 21 de enero. El jueves 19 viajará al Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, que abarca la región de Madre de Dios y algunas provincias y distritos de las regiones de Cusco y Ucayali.
Según el II Censo de Comunidades Indígenas de la Amazonía Peruana de 2007, en el Perú viven unos 332 mil indígenas amazónicos, de los cuales 29 mil se encuentran en el Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado.