El Papa Francisco escuchó esta tarde en Irlanda el testimonio de una familia que perdió a un pariente sacerdote, asesinado por terroristas musulmanes en Irak.
En el marco de la Fiesta de las Familias en el estadio Croke Park, la familia proveniente de Mosul, formada por Enass y Sarmaad Mekhael; junto a su hijo Azad y su sobrina Lilyan, se presentaron ante el Santo Padre para mostrar cómo una familia es fuente de fortaleza ante la adversidad.
En su caso, se refirieron al asesinato del P. Ragheed Ganni, ocurrido el 3 de junio de 2007 y cuya causa de beatificación se abrió en mayo de este año.
“Esta noche queremos compartir con usted nuestra historia de fortaleza y fe en nuestra familia, cuando nos enfrentamos a la guerra y la persecución. Hoy vivimos en Australia, pero algunos años antes vivíamos en Irak”, dijo la madre Enass ante el Pontífice al iniciar su relato.
“Como mucha gente en el mundo hoy, tuvimos que huir de nuestro hogar con miedo para buscar ayuda en la generosidad de otros, en otras tierras. Mi hermano, el P. Ragheed Ganni, fue martirizado junto a algunos de sus compañeros, luego de celebrar la Misa para su gente en la iglesia del Espíritu Santo en Mosul, Irak”, continuó Enass
Al P. Ganni, dijo también Enass, “lo recuerdan como mártir en el mosaico de la capilla del Colegio Irlandés en Roma, donde se formó para ser sacerdote. Él hablaba con frecuencia de su esperanza de paz para toda la gente del mundo, incluyendo su patria, Irak”.
A continuación, se proyectó un testimonio en video en el que se ve a Rammy, hermano del P. Ganni. “Crecimos en Karemlash. Yo y mi familia somos cristianos. Desde hace años seguimos el desarrollo de la guerra que se da en este lado del mundo. La guerra comenzó el 6 de agosto de 2014, eran las 9:00 p.m. y mi hermano me llamó para decirme que el Estado Islámico (ISIS) había llegado a Karemlash”.
“Durante nuestra salida del pueblo vi a niños que gritaban y mujeres que lloraban. Sabían que el ISIS había llegado y detrás de nosotros escuchábamos el sonido de los disparos. Después regresé a mi casa y la vi completamente quemada. Perdimos todo lo que teníamos. La comunidad de Karemlash sufrió mucho por la muerte de mi hermano, lo consideraban una persona buena y solidaria. He perdido a mi hermano y mi familia”.
Rammy continuó el relato y explicó que “dos cosas nos ayudaron a sobrevivir en este tiempo difícil: el amor de nuestra familia y la esperanza que surge con la fe. Sin esto no habríamos podido sobrevivir. Gracias a la ayuda de los cristianos alrededor del mundo ahora construimos un nuevo futuro de esperanza”.
“Gracias a grupos como Ayuda a la Iglesia Necesitada podemos ahora reconstruir nuestros hogares en el pueblo que tanto amamos. Somos parte de una familia de familias. La ayuda de esa familia también nos da esperanza”, añadió Rammy.
Para concluir, Enass dijo: “Santo Padre, gracias por escuchar esta historia de las familias en Irak, donde la familia de las familias, la Iglesia, ayuda a las familias a volver a sus hogares y afrontar el futuro con esperanza”.
ACI PRENSA