Necesitamos descansar, pero hay que saber descansar. Sigue estos consejos para aprovechar mejor las vacaciones.
Para muchas personas –niños, jóvenes y adultos– el verano es el tiempo ideal para tomar unas merecidas vacaciones. La mayoría de la gente aprovecha este periodo para descansar, pasear o divertirse; cada una trata de sacarle jugo a su gusto y según sus posibilidades.
En este sentido, debemos darle tiempo a esta reflexión: ¿de verdad aprovecho mis vacaciones?, ¿disfruto y descanso, o me aburro y me canso?, ¿qué es el tiempo libre para mí?
En primer lugar, debemos pensar y valorar qué es el tiempo en un mundo en el que sólo estamos de paso. Sí, nuestra existencia o vida temporal es corta, limitada, finita, mortal. Pero nuestra alma es inmortal, por tanto, nuestra vida temporal no tendrá sentido si no está conectada con la eternidad.
Detente y reflexiona un poco en esta frase de Charles Spurgeon: “El tiempo es corto; la eternidad es larga. Es razonable que vivamos esta breve vida a la luz de la eternidad”. De ahí la trascendencia de cada uno de nuestros pensamientos, palabras y actos de la vida diaria, por pequeños que sean, se muevan hacia el infinito; por eso, “hemos de aprender a ver el tiempo desde la eternidad”, sin perderlo miserablemente, porque “perder el tiempo es perder la vida”.
En segundo lugar, somos seres humanos, con un cuerpo físico con fallas y limitaciones (enfermedades), que con el tiempo y el uso (y muchas veces abuso), requiere o necesita cuidado, atención y descanso. ¡Ojo! no me refiero a darle culto al cuerpo, como en estos tiempos es muy común, sino la atención necesaria para cuidar la salud y rendir mejor, porque no somos máquinas, y aún éstas requieren mantenimiento. Por eso necesitamos descansar; pero hay que saber descansar, porque muchos terminan cansados en su día libre, del fin de semana, o de sus vacaciones.
Por ello, deseo compartir contigo, apreciable lector, algunos consejos que pueden servirte:
- Las vacaciones hay que prepararlas muy bien, haciendo un plan detallado y consultándolo con tu familia.
- No debe faltar cada día un rato de oración y la Misa dominical(el espíritu no necesita “descanso”).
- No todo debe ser paseo; aprovecha este tiempo para cultivarte y actualizarte: buenas lecturas, cursos, capacitación, etc.
- Visita a tus familiares, a los buenos amigos, a los enfermos.
- Desconéctate un ratode la televisión y las redes sociales, practica más el deporte, excursiones, caminatas… todo esto te ayudará mucho, porque lo que exige esfuerzo forjará tu carácter.
- Ayuda en tu casa a reparar, pintar y dar mantenimiento a tantas cosas.
- Procura no alterar, sin ser rigorista, tu horario de comidas y el descanso nocturno, porque “desvelos continuos, desquiciados seguros”.
- En fin: “guarda el orden, y el orden te guardará”; así descansarás y disfrutarás tus vacaciones, sin jamás aburrirte.
“La ociosidad es la madre de todos los vicios”, proclama la sabiduría popular, y la persona ociosa y floja no merece pago, regalos, ni descanso. Aprendamos de la hormiga: “Anda a ver la hormiga, perezoso, mira sus costumbres y te harás sabio. Ella no tiene jefe, ni mayordomo, ni amo.
Asegura en el verano su provisión, recoge durante la siega su comida. ¿Hasta cuándo, perezoso, estarás acostado?, ¿cuándo te levantarás de tu sueño? Dormir un poco, dormitar otro poco, descansando con los brazos cruzados, y como un vagabundo te viene la miseria y como un mendigo la pobreza” (Prov 6,6-11).
San Pablo dice: “El que no quiera trabajar, que tampoco coma” (2Tes 3,10-13); por lo que podríamos también afirmar: “El que quiera descansar, vacacionar o pasear, que se lo gane y lo aproveche”.
Que estas vacaciones, nuestros descansos y el tiempo libre, lo sepamos aprovechar, rindiendo al máximo no sólo en el trabajo y en el estudio, sino también en el ocio productivo. “El tiempo es demasiado para quien no sabe aprovecharlo”, decía Rosenkranz, y por eso hay que organizarse bien con un horario o plan de vida.
Recomiendo leer y meditar, en la Biblia, el capítulo 3 del libro del Eclesiastés, en donde el escritor sagrado nos dice que hay un tiempo para cada cosa y un momento para hacerla bajo el cielo. ¡Felices vacaciones!
Fuente: Desde La Fe