El P. Michael McGivney, sacerdote de Estados Unidos que fundó a los Caballeros de Colón y que será beato, murió durante una pandemia causada por un coronavirus.
El P. McGivney fundó en 1882 los Caballeros de Colón, la organización laical de servicio más grande del mundo que actualmente tiene más de dos millones de miembros en todo el orbe y dona millones de dólares a distintas obras de caridad de la Iglesia.
Según una nota de prensa de los Caballeros de Colón, el sacerdote servía como párroco cuando ocurrió una pandemia entre 1889 y 1890.
Un reporte de Bloomberg señala que, usando una serie de métodos sobre secuencias de genes, los biólogos indican que la pandemia se debió a un tipo de coronavirus. Este virus, que apareció por primera vez en Rusia, acabó con la vida de un millón de personas en todo el mundo, 13 mil de las cuales estaban en Estados Unidos.
El P. McGivney enfermó gravemente de neumonía y murió el 14 de agosto de 1890 a la edad de 38 años. Este 26 de mayo, el Papa Francisco acaba de aprobar un milagro atribuido a su intercesión, con lo que se espera el pronto anuncio de la fecha de beatificación del sacerdote.
El futuro beato nació en Waterbury, Connecticut en 1852. Fue el primero de los 13 hijos de los inmigrantes irlandeses Patrick and Mary McGivney. Seis de sus hermanos murieron siendo niños.
Desde muy pequeño sintió el llamado de Dios para ser sacerdote y dos de sus hermanos también lo fueron. Fue ordenado en la Catedral de la Asunción de Baltimore el 22 de diciembre de 1877 y fue enviado a la iglesia St. Mary en New Haven.
Además de superar cierto prejuicio anticatólico, el sacerdote acompañó durante un año a un joven de 21 años, James Smith, que iba a ser ejecutado por haber asesinado a un policía estando ebrio. El día que iba a ser ahorcado, Smith le dijo al P. McGivney: “Padre, tu santo ministerio me ha permitido encontrarme con la muerte sin temor. No temas por mí, no me voy a quebrar ahora”, le dijo.
McGivney fundó los Caballeros de Colón en la iglesia St. Mary's en 1882 como una forma de brindar protección financiera a las familias que sufrieron la muerte de quien sostiene a la familia, un reto que el sacerdote enfrentó en su juventud cuando su padre murió en 1873. El sacerdote también esperaba que la nueva organización disuadiría a los católicos de recurrir a sociedades secretas ante las necesidades.
Los Caballeros llevan el nombre del famoso descubridor italiano Cristóbal Colón. Los principios originales de la orden eran “unidad” y “caridad”, y tiempo después se agregó “fraternidad” y “patriotismo”.
El P. O’Donnell, un contemporáneo en Waterbury recuerda al P. McGivney como alguien “genial, cercano, amable, alegre ante las adversidades, profundamente empático con quienes han caído en una seria aflicción, un hombre probo e íntegro en sus transacciones de negocios”.
“Era caritativo ante las fallas. Los pobres encontraron en él al buen samaritano”, dijo O’Donnell en 1900.
Otro sacerdote de su tiempo, el P. Slocum, dijo que “el P. McGivney, pese a ser un hombre con un carácter fuerte, estaba movido por una voluntad indomable con la que, ayudado por la gracia de Dios, pudo afrontar las críticas injustas y desagradables que recibió por parte de muchos en su esfuerzo por fundar una sociedad que beneficiara a los jóvenes y que diera gloria a la Iglesia”.
Fuente: ACI prensa