La novena edición de la Jornada de Perdón, conocida también como “maratón de confesiones”, se realizará este 8 de marzo en la Catedral Primada de México desde las 9:30 a.m. hasta las 6:00 p.m. (hora local).
La continuidad de estas jornadas, que se realizan cada año al inicio de la Cuaresma y el Adviento, se deben a la gran acogida que han tenido entre los fieles, explicó a ACI Prensa el P. Hugo Valdemar, canónigo penitenciario de la Arquidiócesis Primada de México.
“Han sido un gran éxito”, señaló, pues “todo el día hay afluencia de fieles, y porque la gente busca prepararse seriamente a la celebración de la Pascua, cumpliendo el precepto de confesarse por lo menos una vez al año”.
El sacerdote mexicano destacó la importancia de asistir a la confesión al inicio de la Cuaresma. “Es la mejor forma de prepararse a celebrar la fiesta de las fiestas: que Jesús ha resucitado para redimirnos y perdonar nuestros pecados. Es hacer eficaz la acción salvífica de Cristo que ha venido por los pecadores”.
Sin embargo, el éxito de esta “maratón de confesiones” no sería el mismo sin la buena acogida que ha tenido el proyecto por parte de los sacerdotes que se comprometen a atender este sacramento en distintos horarios ese día.
Aun así, destacó el P. Valdemar, “sería posible brindar más atención si participaran más sacerdotes”.
Los presbíteros que lo deseen pueden inscribirse para confesar en los horarios de 9:30 a.m. a 11:00 a.m., de 11:00 a.m. a 1:00 p.m.; de 1:00 p.m. a 3:00 p.m.; de 3:00 p.m. a 4:00 p.m. y de 4:00 p.m. a 6:00 pm.
El P. Valdemar recordó que “la confesión y el perdón de los pecados no es una invención de la Iglesia, es un mandato del Señor que se realiza a través de otros hombres, también pecadores, pero que han recibido el poder de perdonar los pecados en su nombre”.
“Jesús, antes de ascender a los cielos dijo a sus discípulos: a quienes les perdonen los pecados les quedarán perdonados, a los que no, les quedarán sin perdonar”.
El sacerdote mexicano subrayó que “cuando un sacerdote absuelve no lo hace en su nombre, pues ningún hombre tiene el poder de perdonar los pecados, sino que es Cristo mismo quien absuelve a través de la persona del sacerdote, sea o no digno, sea un santo o más pecador que los fieles que absuelve”.
“Es Cristo el autor y actor de los sacramentos”, remarcó.
“El Señor nos dice el Miércoles de Ceniza en la primera lectura, que es del profeta Joel: todavía es tiempo, vuelvan a mí de todo corazón. Confesarse en este tiempo es hacer caso a esta invitación de Dios y recibir todas las gracias que nos da en el sacramento de la confesión”, finalizó.