El título que encabeza este artículo fue una frase dicha por Pitágoras. Él tenía una posición privilegiada hace 2400 años siendo matemático y filósofo. Influenció el pensamientos platónico y aristotélico y sus ideas aún a día de hoy nos marcan y nos hacen reflexionar. 24 siglos más tarde la frase que encabeza este artículo sigue marcando la educación de todo el mundo.
Los niños son como libros en blanco
A los niños se les debe enseñar valores de comportamiento, respeto, justicia, equidad, igualdad… son valores fundamentales no solo para poder convivir en sociedad, sino también para que en el futuro puedan tener un buen comportamiento hacia sí mismos y hacia los demás. Los niños al nacer son como libros en blanco, y sus padres o sus responsables legales son los que se deben encargar de poder ir pintando correctamente en cada una de sus páginas.
Un niño de cinco años que insulta a su madre, se enfada constantemente, se sale con la suya o se le enseña a base de malos modos y azotes, probablemente tendrá problemas de conducta en el futuro. Un niño de ocho años que grita a su madre porque no le ha hecho la merienda y tiene hambre, probablemente tendrá problemas de comportamiento en el futuro. Un niño de doce años que exige tener ciertas cosas y su madre se las cede solo por no discutir, también tendrá problemas de conducta en el futuro… y así los ejemplos se pueden volver interminables.
El ser humano es sociable y necesita del buen ejemplo
El ser humano es un ser sociable por naturaleza que necesita ejemplo de sus responsables para poder evolucionar y saber cómo debe actuar. Si a un niño le educas a golpes o a gritos, en el futuro podrá tener serios problemas emocionales que se conviertan en trastornos o incluso, problemas de comportamiento impulsivo y delictivo.
Aunque cuando los niños son pequeños nadie puede llegar a imaginar estos extremos, los años pasan y la realidad llega. Es imprescindible educar a los niños en su infancia, teniendo cuidado en la disciplina, formándose los adultos para poder darles a ellos la mejor educación, para que puedan crecer en bondad, respeto y empatía hacía sí mismos y hacia los demás.
Los niños necesitan normas
Los niños necesitan normas y límites para poder evolucionar, para poder desarrollarse, para poder sentirse seguros tanto física como emocionalmente. Solo de esta manera aprenderán a respetarse y respetar a los demás, aprenderán a convivir en sociedad y a saber, que ellos no son más importantes que el resto. Que sus deseos y sus necesidades, en muchas ocasiones deben ser controlados, sean cuáles sean. También, deben aprender a buscar ayuda cuando la necesitan, cuando se sientan en peligro tanto a nivel físico como emocional.
Los valores y las normas no son algo innato que los niños sepan o aprendan. Ellos los interiorizan a través del ejemplo, se les transmiten a través de la educación y por eso es necesario decir NO a los niños, establecer normas y conseguir que sean personas autónomas y autosuficientes… teniendo siempre en cuenta, su bienestar emocional.
La frustración forma parte de la vida
Al mismo tiempo, es necesario educar a los hijos en los errores, en la frustración y en que a veces, también se pasa mal. La frustración forma parte de la vida y es necesario entenderlo para que no existan problemas patológicos en el futuro. Es necesario que tanto hombres como mujeres desde su infancia se eduquen para no tener que castigarlos en su vida adulta, que sepan enfrentarse a la vida real, donde las normas no se las tengan que imponer porque ya las saben y las respetan.
De esta manera no acabaran siendo adultos sin rumbo, porque cuando esto sucede es porque no tuvieron un adulto a su lado cuando eran niños que les sirviera de referente para orientar sus pasos… sin usar el miedo, si no el ejemplo y la educación emocional.