El Arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, al participar en un encuentro online promovido por el Pontificio Instituto Oriental, recordó, entre lágrimas y emoción, el profundo sufrimiento del pueblo ucraniano. En particular, expresó su gratitud al Papa Francisco por la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María.
Amedeo Lomonaco – Ciudad del Vaticano
“El papel de la Iglesia greco-católica ucraniana en el contexto de la guerra”. Este fue el tema del encuentro, celebrado la tarde del 29 de marzo en modalidad online y en conexión con el Aula Magna del Pontificio Instituto Oriental, con Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, Arzobispo mayor de Kiev-Halyč.
Fue una oportunidad para dar a conocer una verdad que necesita ser contada y testimoniada: la de la caridad, la de la reconciliación espiritual ofrecida por la Iglesia al pueblo ucraniano atormentado por el drama de la guerra desde hace más de un mes. Se mencionó especialmente el trabajo que la Iglesia realiza cada día en Ucrania para hacer frente a los grandes retos que plantea el conflicto: el compromiso diario con los refugiados, con la nueva pobreza causada por la guerra, con los pacificadores, con los que se han ido y con los que se han quedado. En este contexto resonaron las palabras de Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk:
“Enseguida comprendí que es importante estar conectado, estar en contacto y tener la posibilidad de contactar con los obispos, nuestros sacerdotes, nuestra gente. Así que grabé espontáneamente el primer mensaje. Para muchas personas, estos 5 minutos de mi mensaje diario, como ha recordado el Embajador de Ucrania ante la Santa Sede, Andrii Yurash, son a veces la fuente principal de lo que ocurre en Ucrania. He grabado este mensaje todos los días de forma espontánea para que todo el mundo sepa que estoy vivo, que la ciudad de Kiev está viva”
Shevchuk, el Papa me dijo: “Haré todo lo que pueda”
En esta situación de gran dolor, la Iglesia sigue rezando: “Es importante que seamos testigos de la verdad”, afirmó Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, recordando que las Iglesias ucranianas son solidarias. Asimismo, el Arzobispo Mayor de Kyiv-Halyč pidió elevar súplicas por la paz y seguir informando de lo que ocurre en Ucrania porque no se puede permanecer indiferente. Igualmente destacó que las palabras del Papa Francisco son consoladoras:
“Estamos agradecidos al Papa Francisco. Ya el segundo día de la guerra me telefoneó personalmente. Me preguntó cómo estaba. Me dijo esta frase que siempre recordaré: haré todo lo que pueda. Obviamente, para detener esta locura. El Papa está trabajando con todo el equipo de la Secretaría de Estado para detener, en la medida de lo posible, esta masacre de inocentes en Ucrania”, dijo el Arzobispo y añadió:
“Nos reconforta la presencia en Kiev del Nuncio Apostólico, el Arzobispo Visvaldas Kulbokas. Todas las representaciones diplomáticas y embajadas han abandonado Kiev, pero el Nuncio se ha quedado: más que un diplomático –dijo– soy un obispo que representa al Papa. Y estamos verdaderamente agradecidos por esta presencia consoladora. Estoy especialmente agradecido al Santo Padre por este acontecimiento extraordinario, esta consagración de Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María. Sobrevivimos como un milagro continuo. Quizá necesitemos un milagro de María”, concluyó
Fuente: Vatican News