Para que la campaña contra el consumo de drogas, anunciada ayer por el presidente Andrés Manuel López Obrador, tenga éxito, primero debe detener la iniciativa para legalizar la marihuana que presentó en octubre la hoy secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, sentenció el presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), Leonardo García Camarena.
En entrevista, consideró que el consumo de alcohol y drogas está causando estragos en la población juvenil, ya que de 2011 a la fecha el consumo de bebidas embriagantes ha crecido más de 200 por ciento en mujeres de 12 a 17 años y 90 por ciento entre hombres de la misma edad.
Además se puede asegurar que en todas las escuelas secundarias, públicas y privadas, de las zonas urbanas del país, hay alumnos de primero y segundo grado que consumen drogas. En el peor de los escenarios, dijo, los estupefacientes se distribuyen dentro de los institutos.
Recordó que la UNPF, junto con el Consejo Nacional de la Comunicación, lanzó este año la campaña “No está chido” para prevenir el consumo de alcohol, tabaco y drogas entre los menores, por lo que el anuncio del Ejecutivo les viene como “anillo al dedo” y reconocen su voluntad política.
Sin embrago, dijo, para que la estrategia funcione, es necesario “que quede en el olvido” la propuestade Sánchez Cordero, pues la legalización propiciaría un aumento en el consumo y poco o nada contribuiría a la pacificación del país o a la recuandación de impuestos.
“El crimen organizado de todos modos mantendrá un mercado negro y buscará la forma de controlar los principales puntos de venta; las ganancias serán para las empresas trasnacionales y la recaudación alcanzará solamente para atender a tanta persona que pudiera caer en adicción, una enfermedad de la que es difícil recuperarse y genera altos costos”.