Las calles de Managua, capital de Nicaragua, se vieron colmadas la mañana del 28 de julio por miles de manifestantes que expresaron su apoyo a los obispos y sacerdotes del país, luego de repetidos ataques de paramilitares afines al gobierno y de ser calificados como “golpistas” por el presidente Daniel Ortega.
La marcha, en la que no participó la Conferencia Episcopal de Nicaragua, llevó como lema “Peregrinación por nuestros obispos, defensores de la verdad y la justicia”, y fue organizada por el movimiento Grito por Nicaragua y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.
La manifestación se produce en medio de la indignación por las múltiples profanaciones a iglesias, los ataques de paramilitares afines al régimen, entre ellos un atentado contra un obispo nicaragüense, y los repetidos insultos.
Recientemente Ortega, en medio de la crisis sociopolítica más grave de sus 11 años como presidente de Nicaragua, acusó a los obispos de ser “parte del plan con los golpistas”, luego de que le propusieran adelantar las elecciones.
Desde abril y por más de 100 días se han producido protestas en Nicaragua en rechazo al régimen de Ortega. La violenta represión de la policía y grupos paramilitares han causado más de 450 muertos.
En la multitudinaria manifestación, que concluyó en la Catedral de Managua, los participantes llevaban pancartas con frases como: “Gracias obispos valientes por estar con su pueblo” y “obispos héroes de la paz”.
También se escucharon frases como “¿quién causa tanta alegría? La concepción de María” y “¡obispo, amigo, el pueblo está contigo!”.
También asistieron a la marcha miembros de otras denominaciones cristianas y mormones.
En declaraciones recogidas por el diario El País, Elma Amador, mormona, aseguró que Daniel Ortega “sabe que está mintiendo, sabe que los obispos no son golpistas”.
“A él le da miedo que el pueblo se haya levantado, haya despertado, por eso acusa sin tener fundamento”, señaló.
Desde la Catedral de la capital de Nicaragua, Mons. Carlos Avilés, vicario general de la Arquidiócesis de Managua, dijo a los manifestantes que “la Iglesia Católica, aunque salga mal trecha, aunque la critiquen, siempre será opción por la justicia y el diálogo”.