Mons. Alfred Xuereb, secretario personal de Benedicto XVI durante 6 años, relató el 16 de octubre cómo fueron los últimos días del pontificado del ahora Sumo Pontífice Emérito y contó, entre otras cosas, que cuando tocó hacer la mudanza, Joseph Ratzinger también llevó consigo los dos osos de peluche que siempre lo acompañan.
Here's one to cheer you up… #Pope Benedict XVI and his favourite teddy bear. #Catholic pic.twitter.com/3FR5T1IcQ6
— Marilena (@b_marilena) 31 de julio de 2013
Según informa ACI Stampa -agencia en italiano del Grupo ACI- En la localidad de Portenone en el norte de Italia, Mons. Xuereb participó del evento titulado “Los 90 años del Papa Emérito: Significado de una vida y de un pontificado”, realizado en la Catedral de San Marcos.
Mons. Xuereb explicó que el día 27 de febrero de 2013, un día antes de que la Sede de Pedro quedara vacante tras la renuncia de Benedicto XVI, se realizó la última audiencia general del pontificado y “se puso atención para la mudanza, atendiendo a las cosas pequeñas como los osos de peluche que Joseph Ratzinger porta siempre consigo desde hace años”.
“Uno es de 1935 y se lo regaló su mamá en Navidad , el famoso osito que admiraba cuando iba a la escuela y estaba en la vitrina del negocio y por el cual había llorado de pequeño cuando parecía que se había perdido”.
El otro, prosiguió Mons. Xuereb, “es de 1939 y sobre la cabeza tenía un nombre. Había perdido un ojo y el pequeño Joseph había tratado de repararlo con cera caliente quemándole la cara”.
Ese 27 de febrero, continuó, “llegaron muchísimos pedidos de personas que quería encontrarse con el Papa pero no era posible”. “Me siento privilegiado, puedo besar todos los días el anillo del pescador”, le dijo Mons. Xuereb al Papa, a lo que Benedicto XVI respondió: “Pero si eres de mi familia”.
El entonces secretario personal comentó también que otro día que no olvidará es el martes 5 de febrero de 2013, “una fecha que estará impresa en mi mente y mi corazón toda la vida. El Santo Padre esa mañana me llamó a su oficina, me invitó a entrar y me dijo que debía comunicarme algo importante: que había decidido renunciar al pontificado”.
“El último día del Papa reinante será el 28 de febrero. Irá a vivir al Monasterio que está en los Jardines Vaticanos y que está en reestructuración, pero él (Mons. Xuereb) se quedará con el nuevo Papa. Comprensiblemente compungido y agitado le pregunto si tendré todavía la posibilidad de verlo. Y él me respondió: seguiré retirado para el mundo, pero para los amigos será posible”.