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Y tu, ¿ya te viste en FaceApp?

El 15 de Julio pasado por la noche a Joshua Nozzi se le ocurrió emitir un twitt donde advertía que habría que tener cuidado con la aplicación FaceApp dado que subía tus fotos sin preguntar si querías o no, y ahí empezó el fuego.

Joshua Nozzi es un desarrollador de software conocido en el medio. Adicionalmente tiene un blog donde publica artículos de interés en el área. Se puso a jugar  con esta aplicación que, dicho sea de paso, fue liberada en 2017 para dispositivos IOS y Android por una compañía rusa llamada Wireless Lab, propiedad de Yaroslav Goncharov. Ha sido bajada más de 80 millones de veces, pero gracias al reto FaceApp, se ha hecho viral. Según Forbes, FaceApp tiene acceso a imágenes de mas de 150 millones de personas.

De hecho, esta no es la primera vez que FaceApp causa furor. Alrededor de hace un año, hubo críticas derivadas de que la aplicación usa filtros étnicos que fueron tachados, al menos, de ser una idea terrible. Estos filtros tienen la capacidad de modificar el rostro de la persona en cuestión y modificarla de tal forma de que el rostro de una persona podría ser “transformada” para ser asiática, africana, etc., cosa que no cayó bien en ciertos sectores que la calificaron de racista.

Pero esta vez, gracias a innumerables celebridades tales como Miley Cyrus, Kim Kardashian, Jonas Brothers, que han posteado públicamente sus rostros con el efecto de envejecimiento de la aplicación, provocó que el reto #faceappchallenge se haya vuelto tan popular. El fuego arde más cuando el Senador Chuck Summer ordena al FBI y a la FTC (Federal Trade Comission), investigar si existen salvaguradas para proteger a los usuarios de estas aplicaciones.

Sin embargo, su popularidad no solo fue impulsada por estas publicaciones sino porque también hay temores relativos a la privacidad de los usuarios que bajaron dicha aplicación. Hay 3 consideraciones que flotan en el aire.

La primera es que fue desarrollada en Rusia. La segunda es que los términos y condiciones de uso están muy abiertas y vagas, y tercero, que las fotos son subidas a la nube.

Considero que hay que tomar esto con perspectiva, dado que al día de hoy, hay varias aplicaciones con las que diariamente convivimos sin que ni siquiera seamos consientes de hacerlo. Por ejemplo, Mail.ru es un proveedor de correo electrónico basado en Rusia que hasta 2013 era un inversionista en Facebook. Y si pensamos que por ser Rusia el origen de las aplicaciones, no es válido dejar de lado que Nginx, un web server de código abierto que da funcionalidad a más de 400 millones de sitios web, más de un tercio de la totalidad de todas las páginas de internet, es un desarrollo ruso. Ejemplos de su uso son Twitch.tv y WordPress.com. No olvidar que Ngix ahora es propiedad de F5, una compañía basada en Estados Unidos. Por otro lado, Kaspersky, el famoso antivirus, también es de fabricación rusa, y millones de usuarios disfrutan de las capacidades de este software sin objetar su origen.

Los términos y condiciones de FaceApp estipula en el uso de tal aplicación, que el contenido compartido en tal, le permite el uso irrevocable, sin exclusividad, libre de regalías, a nivel mundial, con posibilidad de reproducir, adaptar, modificar, usar en publicidad, crear contenido adicional, distribuir en cualquier otro canal sin la obligatoriedad de compensar al usuario, o siquiera, hacerle de su conocimiento. Esto por mencionar algo de lo más significativo de los términos y condiciones. Sin embargo, no es la primera vez que los usuarios de aplicaciones nos enfrentamos a este tipo de condiciones “ventajosas” para la compañía proveedora de dicha aplicación. Facebook, Instagram, Twitter, Kikstarter, y una infinidad más, manejan estas y muchas otras cláusulas en este mismo sentido. Entonces, ¿tiene sentido rasgarse las vestiduras por otra aplicación que “nos” haga lo mismo?

Y tercero, las fotos se suben a la nube. Will Strafach, quien es el creador del Firewall para dispositivos IOS, hizo un rastreo del tráfico que el teléfono genera hacia internet, y reporta que no veía que se subieran todas las fotos a la nube. Adicionalmente Yaroslav Goncharov, el fundador de FaceApp le dijo al Huffpost, que las fotos que se suben son las que el usuario escoge para ser procesadas, además de que solo son conservadas por 48 horas y se borran, y no son compartidas con terceros, además de que ni siquiera se envían a Rusia.

Siendo objetivos, el furor que causa el uso desmesurado de esta aplicación llama a un análisis más serio en varios sentidos. Primero, esta es una prueba más, que las aplicaciones que son “gratis”, en realidad no es que así lo sean. El producto es el usuario, no la aplicación. Los datos recabados por las compañías de dichas aplicaciones, tienen la capacidad de vender los datos de los usuarios, sin ni siquiera pedir su consentimiento. Y esto no es nuevo, ni es privativo de esta aplicación en exclusiva. Hay cientos de ellas en todos los ecosistemas de dispositivos móviles. Dado esto, la invitación es, ser extremadamente cautos con lo que se usa en nuestros dispositivos.

Segundo, el hecho de que hoy en día, Will Strafach haya dicho que no se suben todas las fotos de nuestra biblioteca, no quiere decir que en versiones futuras, no lo vaya a hacer. Que Yaroslav Goncharov haya dicho que solo se conservan 48 horas las fotos y luego se desechan y no se comparten con un tercero, dando el beneficio de la duda, no quiere decir que en un futuro permanezca igual. Esto conlleva un riesgo mucho mayor. Aunque solo estén alojadas dichas fotos 48 horas. ¿Quién garantiza que Wireless Lab, Facebook, Twitter, Instagram, etc cuentan con métodos, mecanismos, políticas, procedimientos, etc, que garantice el resguardo de la información o el contenido que nosotros les compartimos?.

Esto da a lugar a derivaciones del uso de la información de los usuarios para la suplantación de identidad con todo lo que implica. Por ejemplo, FaceApp tiene una altísima interacción con Siri y con el sistema operativo del dispositivo móvil. Surge la pregunta, ¿si sólo usa las fotos, porqué tiene un nivel tan alto de interacción con estos 2 componentes? , ¿será que se está preparando el terreno para acciones futuras?. Solo son preguntas.

No hay que olvidar que hay una enorme cantidad de información alojada en nuestros teléfonos celulares, no solo nuestra y de nuestra familia, sino también de la compañía donde cada uno de nosotros trabajamos, incluyendo información de bancos, nuestros clientes, operaciones, secretos industriales, fórmulas, propiedad intelectual, etc.

Tercero, tener cuidado con sitios falsos que ofrecen la versión PRO de FaceApp o de cualquier otra aplicación. Estos sitios usualmente son un anzuelo para que los usuarios que buscan las versiones profesionales o extendidas de estas aplicaciones pero gratuitas, caigan en las garras de los delincuentes cibernéticos. Estas versiones instalan pequeños sistemas sin que el usuario se de cuenta, que pueden llegar a tomar el control del dispositivo ya sea para exfiltrar su información, o para “secuestrar” el dispositivo mediante el cifrado de su información y pedir un dinero para poderlo recuperar.

No todo lo que brilla es oro.

Fuente: Linked in

 

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