Lorena Perata dice que como mujer y cristiana siente que es un deber vivir la dimensión profética recibida en el bautismo
Venezuela vivió un nuevo episodio de protestas pacíficas exigiendo en las sedes regionales del Consejo Nacional Electoral, CNE, el referendo revocatorio al gobierno de Nicolás Maduro.
Nuevamente allí estaba la hermana Lorena Perata, que desde el año 2002 acompaña a los venezolanos en sus exigencias públicas; y más, luego que la crisis humanitaria se presentara en el país acentuando la falta de alimentos, medicinas y derechos políticos.
“La Sociedad Civil acudió a exigir fecha inmediata para la recolección del 20% de las firmas y que se realice el Referéndum Revocatorio este 2016”, publicó en su perfil de Facebook, ataviada de ropa azul y con su infaltable bandera tricolor de siete estrellas.
Con anterioridad, la Hermana Lorena explicó para Aleteia las razones por las cuales asiste a estas protestas anti gubernamentales. “Como mujer venezolana y cristiana, siento que es mi deber vivir mi dimensión profética recibida en el bautismo”, dijo de antemano.
“Un gobierno que incita a la violencia y el odio, con estructuras inmorales, corruptas y represivas, que censura, persigue, tortura y asesina a quien disiente de él, jamás podrá estar del lado de Dios”, agregó la religiosa perteneciente a las Pías Discípulas del Divino Maestro.
Por ser una mujer consagrada considera que tiene un mayor compromiso que la lleva “a caminar con mi pueblo, buscando con pasión y determinación, defender la vida, la verdad, la justicia y la libertad, especialmente de los que más lo necesitan”, explicó.
Lorena es abogada desde el año 2015, y debido a ello lleva “esa fuerza y necesidad de defender la justicia y los derechos de los ciudadanos tan violentados” por el gobierno venezolano.
“Trato siempre de llevar mi compromiso desde mi vocación religiosa, desde Cristo, sin polarizar. Porque así como denuncio las faltas y violaciones del gobierno, también lo hago con la oposición. No estoy de acuerdo con los extremos”, precisa en su escrito.
Venezuela necesita sanar sus heridas
Lorena se ha acercado y dialogado con respeto, tanto con personas opuestas al gobierno, como con oficialistas y agentes de seguridad, aun cuando ha sido víctima de sus abusos y agresiones, como ocurrió el 12 de febrero de 2014, cuando fue detenida por varias horas en una comandancia policial de Barquisimeto, en el estado Lara.
A pesar del incidente, no está resentida y su tono es de cordialidad para todos. “Necesitamos recuperar nuestra identidad de hermanos, y juntos, lograr la reconciliación y la paz, que pasa a través de justicia, que nos llevará al progreso espiritual, moral, educativo y material de todos”.
“Venezuela necesita urgentemente la oración, el testimonio de vida, reconocer en el otro el rostro sufriente de Cristo y sanar las terribles heridas de nuestra nación”.
Apoyo de sus hermanas
Las actuaciones de la monja en algunos momentos causó inquietud en su comunidad religiosa, pero con el diálogo han entendido sus motivaciones para asistir a las protestas. “Con respecto a mi comunidad, cuando estuve detenida, algunas hermanas sintieron miedo de que me sucediera algo y quisieron prohibirme seguir participando en esta lucha”, comentó.
Sin embargo, “luego de que expresé mis argumentos bien fundamentados en mi deber como cristiana y venezolana, recibí la bendición y el permiso de actuar a conciencia”, expuso.
Para Lorena la crisis de Venezuela “es una lucha espiritual”, y la acción “debe ser en nombre de Dios”, no en favor de “intereses particulares ni posiciones personales”, sino “por el Evangelio”. De allí que considere importante el deber que tienen los venezolanos, como hijos e hijas de Dios, de trabajar e impulsar “los valores de la vida, justicia, libertad, amor, verdad, equidad, democracia. Todo esto es válido si se hace en nombre de Dios”, indica.
Finalmente llama a no perder el horizonte en esta lucha porque se puede caer en radicalismos. “Nuestra posición es sólo la de Dios, no la de un partido político”.