La República Checa celebra un año dedicado a la Virgen de Fátima, desde octubre de este año hasta octubre de 2018, como gesto de “gratitud por la recuperación de la libertad tras el comunismo”.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) en México indicó que durante ese año, una réplica de la imagen original de la Virgen de Fátima, entregada por el Santuario en Portugal a la Conferencia Episcopal Checa, recorrerá todas las diócesis del “país más ateo de Europa”.
El pasado 13 de septiembre, en el marco de la celebración de los 100 años de las apariciones de la Virgen a los tres pastorcitos en Cova de Iría, unas 1300 personas peregrinaron al Santuario de Fátima en Portugal.
Ese día, el Cardenal Dominik Duka, Arzobispo de Praga, recordó que en 1989 un grupo de checos también peregrinaron al santuario mariano y que “damos gracias por la nueva generación que creció en libertad: una generación que no conoció la prisión nazi, la prisión comunista, el ultraje, la pérdida de libertad, la persecución por el ejercicio de la fe religiosa”.
El también Presidente de la Conferencia Episcopal Checa, afirmó que “la historia de las apariciones de Nuestra Señora está ligada a la historia de nuestra patria” y como una muestra de gratitud, dejó como obsequio al Santuario de Fátima una réplica de la imagen del Niño Jesús de Praga, una de las devociones más importantes de República Checa y para los católicos del mundo entero.
Al finalizar esta peregrinación, el Santuario de Fátima entregó a los obispos de República Checa la réplica de la imagen de la Virgen de Fátima y esta fue recibida en el país europeo con una Misa en la Catedral San Vito en Praga, para luego ser llevada en procesión por la ciudad.
ACN informó que el próximo 18 de noviembre se realizará una peregrinación al Santuario del Niño Jesús en Praga para agradecer por el “fin de la represión por el comunismo hostil a la religión”.
La fundación pontificia recordó que hace 50 años durante el régimen de la Unión Soviética, una imagen de la Virgen de Fátima fue “introducida clandestinamente” en República Checa, territorio que entonces era Checoslovaquia.
Este gesto permitió que se “allanara el camino de la llamada Primavera de Praga, que trajo consigo en 1968 una cierta distensión de la situación, también para la Iglesia”.
Tras la caída del régimen comunista y la creación de República Checa en 1993, ACN ha colaborado con la reconstrucción de la Iglesia Católica y en la formación de futuros sacerdotes y religiosas.
En el censo que se realizó en el año 2011, el 34% de los habitantes declararon que no pertenecían a ninguna religión, el 10,4% indicó que era católico, otro 11% señaló que pertenecían a otra confesión cristiana y otro 44% no precisó nada sobre su pertenencia a algún credo.