Organizaciones no gubernamentales (ONG) millonarias y de alcance internacional están financiando a diversos medios de Latinoamérica que lanzaron un proyecto periodístico conjunto para deslegitimar el trabajo de los movimientos provida y profamilia del continente, en especial la labor de la Alianza para la Defensa de la Libertad (ADF, por sus siglas en inglés).
El proyecto periodístico lleva por nombre “Transnacionales de la fe”, está dirigido por la escuela de periodismo de la Universidad de Columbia basada en New York y participan 16 medios latinoamericanos.
Según indica el sitio web del proyecto, este es una “primera serie colaborativa que mapea el crecimiento del poder político evangélico y su agenda fundamentalista en América Latina alentada por la administración de Donald Trump”.
Una de las organizaciones más afectadas por esta campaña internacional es ADF Internacional, una organización de defensa legal cristiana que promueve la vida, el matrimonio y la libertad religiosa. Hace algunas semanas, algunos de los medios pertenecientes al proyecto como Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), publicaron artículos donde colocan a ADF como parte de un lobby que quiere influir en la vida política del continente a través de una alianza católica-evangélica.
La abogada y asesora principal de ADF Internacional, Neydy Casillas Padrón, advirtió que Transnacionales de la fe ha lanzado una serie de “mentiras” y “tenemos razones para creer que éste es solo el primer fragmento de toda una campaña sucia, orquestada, que tiene como fin desacreditar y tergiversar el trabajo de nuestra organización, así como a muchos de nuestros aliados en América Latina”.
Otro medio involucrado en el proyecto como El Surtidor, de Paraguay, acusa a los líderes católicos y evangélicos en su artículo “Por qué investigamos la injerencia de grupos religiosos en el Estado” de tener “una agenda internacional que pone en peligro la democracia”, al unirse de “forma estratégica para impulsar un movimiento en Latinoamérica contra los derechos reproductivos de las mujeres, la identidad de género y las personas LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, e intersexuales)”.
Al igual que este medio independiente, en los últimos días, los demás que conforman “Transnacionales de la fe” han publicado reportajes que parten bajo la misma premisa. Los medios son: Agencia Pública (Brasil), El País (Uruguay), Ciper (Chile), Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), La República (Perú), ArmandoInfo (Venezuela), El Tiempo (Colombia), La Voz de Guanacaste y Semanario Universidad (Costa Rica), El Faro (El Salvador), Nómada y Plaza Pública (Guatemala), Contra Corrientes (Honduras), Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) y Univisión (Estados Unidos).
Una investigación realizada por ACI Prensa constató que la mayoría de estos medios que acusan a los movimientos en favor de la vida y la familia de formar un lobby para influir en la vida política del continente, reciben o han recibido financiamiento de ONG millonarias conocidas por sus posturas en favor del aborto y de la ideología de género.
Financiamiento millonario
La escuela de periodismo de la Universidad de Columbia, basada en New York y responsable del proyecto “Transnacionales de la fe”, asegura en su “política de donaciones filantrópicas” que ha aceptado “regalos de las corporaciones adecuadas para apoyar a profesores, becas e investigación”.
Entre los años 2006 y 2019 la Fundación Ford financió a la Universidad de Columbia con 27.863.387 millones de dólares para sostener diversos programas.
En el 2018, también financió con 300 mil dólares a esta universidad para conceder “apoyo básico para el Programa del Colegio de Médicos y Cirujanos para el Estudio de la Salud LGBT, con el fin de promover la salud y el bienestar de las comunidades LGBT a través de las áreas clave de investigación, práctica clínica, educación y políticas públicas”.
Entre 2017 y 2018 donó otros 300 mil dólares a Columbia Journalism Review, la revista para periodistas profesionales de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia.
Medios de comunicación involucrados
Por su parte en su sitio web, Agencia Pública (Brasil), afirma que se sostiene con donaciones de fundaciones privadas nacionales e internacionales, entre las que están la Open Society Foundations (OSF); la Fundación Ford con sede en New York y la Fundación OAK con sede en Ginebra.
Open Society Foundations, creada por el multimillonario George Soros, es conocida por financiar campañas a favor del aborto y para implantar la ideología de género en todo el mundo.
Según su sitio web, esta ONG cuenta con un “Programa de Derechos de la Mujer”, el cual “invierte en movimientos sociales que promueven el poder de las mujeres, las personas LGBTQI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, queer, intersexuales) y las personas no conformes con su género para tener voz y mediación en todos los aspectos de sus vidas”.
“Usamos subsidios y defensa para desafiar las narrativas de género dominantes y contrarrestar las estructuras de discriminación”, dice Open Society Foundations.
Entre sus objetivos, se encuentra “mantener y fortalecer organizaciones dirigidas por mujeres y personas no conformes con el género, incluyendo LGBTQI”; “invertir en alternativas feministas al sistema económico actual”; y “garantizar el acceso al aborto seguro y legal”.
Solamente en el 2019, OSF cuenta con un presupuesto dirigido a medios de comunicación en todo el mundo de 24 millones de dólares, y otros 79.9 millones de dólares para instituciones y movimientos de “derechos humanos”.
La Fundación Ford, que también financia a este medio, anuncia en su sitio webque la “diversidad” en uno de los “núcleos” principales en los valores de su organización. Por tanto, promueve a través de “subvenciones” las “variadas identidades y diferencias” como la “orientación sexual” y la “identidad de género”.
Entre 2007 y 2018 ha financiado a diversas sedes de la ONG abortista Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) con un total de 3.680.700 dólares. Esta organización no es reconocida por la Iglesia.
En el 2019 financió con 650 mil dólares a la organización New Venture Fund de Estados Unidos, “con apoyo básico para All Above All Reproductive Justice Coalition para la defensa de políticas nacionales y estatales, el compromiso cívico y las comunicaciones estratégicas para aumentar y expandir el acceso al aborto para todas las mujeres, independientemente de sus ingresos, raza o estatus migratorio”.
La Fundación OAK también promueve “la igualdad de género” y el reconocimiento de “la diversidad”.
Con su programa “Programa de Asuntos que Afecta a las Mujeres” busca “crear y mantener espacios seguros para que las agendas y perspectivas feministas se amplifiquen y se vuelvan más influyentes”.
En la base de datos de esta fundación, se puede encontrar que financió con 300 mil dólares en el 2017 a la organización Global Justice Center para, entre otras cosas, “asegurar el derecho al aborto para mujeres y niñas violadas en conflictos”.
Un año antes, financió con más 737 mil dólares a la organización suiza Santé sexuelle suisse para, entre otras cosas, “trabajar para promover la salud sexual y reproductiva [eufemismo que a su vez encubre la anticoncepción y el aborto] en Suiza, especialmente a través de la planificación familiar y la educación sexual”.
En total, entre 2016 y 2018, la Fundación OAK ha financiado con 2.691.770 millones de dólares programas que incluyen la promoción del aborto y los “derechos sexuales y reproductivos”.
Por otro lado, en el 2016 la misma ONG financió con 660 mil dólares a la “Comisión Internacional Gay y Lesbiana de Derechos Humanos” para “avanzar en el desarrollo de los derechos LGBTI en la ONU; domesticar esas ganancias a nivel nacional; perseguir el desarrollo integral de capacidades de los grupos LGBTI en el Caribe”.
En 2017 financió con 300 mil dólares a “Apoyo Legal y Social Fundación Benéfica ‘Sphere’” para “proporcionar un soporte básico a la red LGBT rusa”.
En total, sumando todo el dinero destinado a organizaciones promotoras de los denominados “derechos LGBT”, entre 2016 y 2019 la Fundación OAK ha destinado 2.521.092 millones de dólares.
El medio chileno CIPER también recibió subvenciones de fundaciones internacionales, incluidas la Open Society Foundations y la Fundación Ford, obtenidas por la organización aliada de CIPER, Center for Investigation and Information (CIINFO) con sede en Estados Unidos.
El propio sitio web de CIPER indica que “el rediseño y desarrollo de este nuevo sitio web fue posible gracias al financiamiento de la Open Society, que apoya al periodismo independiente”.
El medio paraguayo El Surtidor es un proyecto de Memetic.Media., el cual se sustenta según su sitio web a través de alianzas con organizaciones locales, cooperación internacional, entre otras. Memetic.Media. realiza un “trabajo en red” con organizaciones que promueven el aborto y la agenda gay como la ONG británica Oxfam, involucrada en febrero de 2018 en el encubrimiento de orgías con prostitutas de un grupo de altos cargos que distribuían ayuda humanitaria en Haití desde 2010.
Memetic.Media. también trabaja en red con la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, también conocida como ONU Mujeres, destinada a “promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres”.
El medio de comunicación venezolano ArmandoInfo también tiene como uno de sus principales financistas la Open Society Foundations de George Soros, según señala su sitio web.
Este medio también cuenta con el financiamiento de la ONG Arnold Ventures, la cual, entre sus objetivos, propone promover un “sistema de atención de la salud reproductiva al ampliar el acceso a la anticoncepción, cerrar las brechas en la cobertura de atención de la salud reproductiva e informar a las mujeres sobre sus opciones de anticoncepción”.
El medio de comunicación de El Salvador, El Faro, se mantiene en un 63% gracias a los proyectos que realiza con agencias de cooperación internacional. En su sitio web se observa que cuenta con el apoyo de Open Society Foundations.
Además, recibe apoyo de Hivos, una organización no gubernamental holandesa de apoyo al aborto y a la ideología de género. En su sitio web, Hivos asegura trabajar en el “empoderamiento de la mujer; y derechos sexuales y diversidad”, y cuenta con programas sociales basados en aquellas temáticas.
El Faro también recibe apoyo de la Fundación Heinrich Böll, organización vinculada al partido Los Verdes de Alemania y que tiene pensamientos ecologistas y feministas. En su sitio web se detalla su “apoyo a lesbianas, gays, bisexuales, personas trans e inter (LGBTI)” como parte de su identidad y de su “Política Internacional de Género / LGBTI”.
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), por su parte, es un medio de comunicación constituido como una ONG que “busca activamente la colaboración con instituciones privadas, académicas, organismos y fundaciones nacionales e internacionales”.
Entre sus principales financistas se encuentra la Fundación Ford y la Fundación MacArthur. Esta última le dio 275 mil dólares entre 2009 y 2012 a Católicas por el Derecho a Decidir y 30 mil dólares al MCCI en 2017.
También tienen como financista a la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID) de Estados Unidos que solo en el 2018 donó más de 68 mil dólares a programas de “planificación familiar y salud reproductiva” en todo el mundo.
El medio Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), que fue creado en agosto del 2019, tiene entre sus principales fuentes de apoyo a la Fundación Avina, una ONG latinoamericana que en el 2018 aprobó un monto de 70.900 dólares destinado al programa “ALTEC: MeRepresenta” del “Instituto Sincronicidade para Interação Social – ISPIS Brasil”, que “tiene como objetivo acercar a los grupos minoritarios (mujeres, indígenas, negros, LGBT+) a la política, promoviendo no solo la representación de los cuerpos de estos grupos sino también las agendas que defienden sus movimientos”.
CLIP, además, señala en su sitio web que recibe apoyo del Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), una ONG financiada también por la Open Society Foundations y USAID. Además cuenta con otros aportantes pro “LGTBI” y pro feministas como Sigrid Rausing Trust.
El medio independiente la Voz de Guanacaste, de Costa Rica, no precisa de qué fundaciones provienen sus aportes, pero asegura que reciben una “donación privada” que le otorga el 53.8% de sus ingresos. Su línea editorial incluye artículos como “Editorial: ¿Qué es realmente ser mujer?”, en el cual se promueve la transexualidad y equipara al “transgénero” con una mujer biológica.
El otro medio costarricense “Semanario Universidad” recibe financiamiento directo de la Universidad de Costa Rica.
El medio hondureño Contra Corriente cuenta con alianzas de financiamiento provenientes de diversas organizaciones internacionales. Una de éstas es la ONG “International Women's Media Foundation”, que incluye una amplia gama de programas como “Reproductive Health,
Rights, and Justice in the Americas”, el cual respalda la presentación de informes sobre temas como “el acceso al aborto y la anticoncepción, la salud materna, la política de salud reproductiva y la prohibición del aborto” en las Américas.
Contra Corriente también cuenta con el financiamiento Front Line Defenders, una ONG con sede en Irlanda que defiende los derechos humanos, pero incluye los llamados “derechos LGBT+” y los “derechos de la mujer/género”. Este último reconoce “género percibido o sentido” como objeto de derecho. Asimismo, el medio recibe apoyo financiero de la ya antes mencionada fundación ecologista y feminista Heinrich Böll.
Por su parte, el medio independiente Nómada, de Guatemala, señala en su sitio web que basa su modelo de negocios, en parte, gracias a “alianzas con fundaciones”. Entre estas señala a Hivos, Open Society Fundations y la Fundación Ford. También indica que forma parte “del pacto mundial de medios ‘Demos el paso por la igualdad de género’ de ONU Mujeres”.
El otro medio guatemalteco, Plaza Pública, también indica en su sitio web estar financiado por organizaciones como la Open Society Fundations, la Fundación Ford y la Universidad Rafael Landívar, que pertenece a los jesuitas.
Los otros medios en la lista del proyecto Transnacionales de la fe como El País (Uruguay), La República (Perú), El Tiempo (Colombia) y Univisión (Estados Unidos) no precisan si reciben dinero proveniente de ONG internacionales.
En declaraciones recientes a EWTN Noticias, Casillas cree que el objetivo principal de los recientes artículos de “Transnacionales de la fe” es “causar división entre los grupos que se han unido o que de alguna manera han apoyado nuestro trabajo en los diferentes países; porque como todos entendemos, el que divide es el que vence”.
“Creo que ese es el objetivo principal de esta campaña: presentarnos de alguna forma negativa para que aquellos que en algún momento han trabajado con nosotros se sientan avergonzados. Sin embargo, hemos recibido todo lo contrario, el apoyo de todo el mundo y su reafirmación de querer trabajar con nosotros”, afirmó la abogada.
Fuente: ACI prensa