“Buscaremos crear una especie de campamento para las personas que resultaron afectadas, donde puedan tener un terreno y se les pueda construir una vivienda digna”: Mons. Palma Paúl.
Ante la tragedia que inició el pasado 3 de junio con la erupción del Volcán de Fuego en Guatemala, la cual ha cobrado la vida de al menos 75 personas y ha dejado cientos de desaparecidos y miles de damnificados, el Obispo de la Diócesis de Escuintla, Mons. Víctor Hugo Palma Paúl externó a Desde la fe acerca de su profunda preocupación sobre el futuro de las personas que han resultado afectadas.
Mons. Palma explicó que hay cosas que tanto el gobierno, la sociedad civil y la misma Iglesia han solucionado de forma inmediata, sin mayores complicaciones, pero la reubicación y reconstrucción de las viviendas requerirá un mayor esfuerzo: “no queremos dejar a toda esa gente viviendo años en carpas y sin una fuente de ingresos; debemos pensar en su futuro”.
Advirtió que ante una situación que va para largo, como Iglesia era necesario conseguir ayuda más sólida para quienes lo perdieron todo; por eso, han pensado en un proyecto que consiste en crear una especie de campamento para las personas que resultaron afectadas, donde puedan tener un terreno y se les pueda construir una vivienda digna. “Muchas veces sucede que la gente sobrevive a la tragedia, pero lo pierde todo, entonces los alojamos en albergues temporales, pero después, ¿qué pasa con ellos?, se quedan arrinconaditas, viviendo años en una carpa”.
Lamentó que esta tragedia venga a sumarse a la ya difícil situación política y social que se vive en el país, lo cual agrava la pobreza en la que se encuentra la mayor parte de la población: “necesitamos reubicarlos en un lugar donde puedan vivir seguros; también queremos reactivar su economía consiguiéndoles unos cañales para que vuelvan a tener sus sembradíos, ya que Guatemala es el segundo lugar a nivel latinoamericano, y quinto a nivel mundial, en producción azucarera, pues en su mayoría son agricultores que viven de esa industria”.
Mons. Víctor Hugo afirmó que desde el primer momento la Iglesia ha acompañado espiritualmente a todos los pobladores de esa demarcación, sin importar la religión que profesen, pues Guatemala es un país que tiene un cincuenta por ciento de practicantes evangélicos, “a pesar de eso, no se ha hecho ninguna distinción, y hemos visitado a todos los que necesitan la ayuda”.
Explicó: “Primero les hemos dado atención médica y hemos atendido las necesidades vitales a través de tres centros que suministran principalmente medicinas, ropa, alimentos y agua potable. La Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe ha recibido hasta el momento 400 damnificados; ‘la Guadalupana los está cubriendo con su manto’; en total hemos alojado a 600 personas que no van a poder volver a sus lugares de origen. Mientras, el gobierno no ha gastado un solo centavo porque dice que no tiene fondos, aunque sabemos que sí los tiene para armas, para burocracia, para todo lo demás, pero para ayuda humanitaria, no”.
Para finalizar, Mons. Víctor Hugo Palma, dejó en claro que para las donaciones en efectivo y recepción de recibos autorizados sólo se harán en Banco Industrial / c. Monetaria 043-001266-6, a nombre de la Diócesis de Escuintla, y se hará una colecta especial el domingo 10 de junio en todas las parroquias diocesanas, en las cuales también se celebrarán misas por las víctimas mortales y demás afectados.
“Tratamos de que el apoyo que recibamos llegue directamente a las personas, por eso pedimos que todo lo que nos depositen o manden nos lo hagan saber a través de mi correo electrónico amons.esc@gmail.com, que ahí pongan: quién lo hizo, cuándo y dónde, porque los bancos no reportan nada.
Abimael César Juárez