Jóvenes de todo el país, convocados por el Movimiento Testimonio y Esperanza (Tye), acudieron a la XXXV Peregrinación Anual Juvenil a la Montaña de Cristo Rey en Silao, Guanajuato, acompañados durante todo el camino por el Nuncio Apostólico, Mons. Franco Coppola, tal como se comprometió en la edición anterior.
A las 6 de la mañana se dio inicio la Adoración Eucarística, con la presencia de los peregrinos que llenaban el Valle San Juan Pablo II, todavía bajo un cielo estrellado, por no haber amanecido aún.
Al término de la Adoración, la Presidenta de Tye, Fátima Mendoza, dio la palabra al Arzobispo de León, Mons Alfonso Cortés, quien brindó una cordial bienvenida al Nuncio, ya presente en el lugar.
Poco antes de las 7 a.m., al dar el “banderazo de salida”, sin mayor protocolo, Mons. Coppola, inició el ascenso a un paso acelerado, junto a los jóvenes peregrinos, quienes en diferentes momentos le animaban, lo que destacó después en la homilía, ya que mencionó que con sus “porras” no los podía decepcionar.
La Diócesis de Querétaro como cada año fue una de las de mayor ánimo, y el contingente de la VI Vicaría Episcopal de la Arquidiócesis Primada de México también fue muy alegre. La delegación de Xalapa, fue otra de las que fueron más numerosas.
Fue destacable que varios peregrinos ayudaron a que uno de ellos hiciera el ascenso en silla de ruedas, a pesar del largo camino empedrado.
La Santa Misa se celebró alrededor de las 11:30 de la mañana en la ermita, sitio propicio por su capacidad para albergar a los peregrinos y que se encuentra un poco antes del Monumento a Cristo Rey.
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