El diario francés L'Est Républicain informó que, durante la Misa vespertina del 10 de noviembre pasado, dos musulmanes ingresaron al monasterio carmelita de Verdún, al grito de «Alá es grande» y pidieron a las monjas que eligieran entre convertirse al islam o «ir al infierno».
El obispo de Verdún, Mons. Jean-Paul Gabriel Èmile Gushing, explicó que los islámicos «comenzaron a rezar en árabe durante la Misa». «Se presentaron a sí mismos como heraldos y las amenazaron con que irían al infierno si no se convertían al islam», aseveró. El prelado presentó la denuncia ante las autoridades. Indicó que los dos musulmanes fueron detenidos y luego puestos en libertad.
«Han sido citados para ser juzgados en una audiencia el 28 de abril de 2018 por un delito de odio», precisó. Sobre la seguridad del carmelo, Gusching le dio instrucciones a las religiosas quienes se encontraban en estado de shock. «Les dije que no tengan miedo, sino que estén atentas. Sólo abren después de preguntar quién está allí. Hay alguien en la puerta de la capilla para filtrar las entradas», sostuvo.