A la edad de 79 años fue llamado por Dios el presbítero Enrique Martínez Dominguez, primer viudo en ser ordenado en la Arquidiócesis de Chihuahua
“La intención de ser sacerdote la siembra Dios”
A la edad de 79 años fue llamado por Dios el presbítero Enrique Martínez Dominguez, primer viudo en ser ordenado en la Arquidiócesis de Chihuahua.
Desde joven quiso dedicarle su vida a Dios a través del sacerdocio, en tres ocasiones intento estudiar en el Seminario, sin embargo por diversos motivos no podía.
Al conocer a su esposa Guillermina decidió dedicarse al apostolado del matrimonio, con ella tuvo 8 hijos Francisco, Enrique, Celia, Isela, Roque, Marcos, Melina Rocío y Celina Patricia.
En 1981, fue ordenado Diacono Permanente, sirvó en parroquias como San José de la Montaña y en San Francisco Javier de la colonia Villa.
Su esposa falleció el 7 de febrero del 2011, entonces puso toda su disponibilidad al servicio de la iglesia. Quería ser sacerdote, por lo que hizo la solicitud al arzobispo.
El arzobispo Constancio Miranda Weckmann quiso someter la solicitud a la Santa Sede, después de un año y medio procedió.
Enrique estuvo durante 4 semanas en un diplomado de teología en la Universidad Pontificia de México, en el curso síntesis teológica, luego una semanas más estuvo haciendo ejercicios espirituales en el Monasterio de los Benedictinos, ubicado en Cuernavaca.
El 15 de agosto de 2013 fue ordenado sacerdote.
El cura falleció hoy por muerte natural.
Descanse en Paz.
Fuente: El Heraldo