Si alguien puede hablar del poder de la publicidad son los medios de comunicación como El Universal o Televisa. Estas empresas de lo tienen muy claro, pues saben que es por la publicidad (gubernamental), que se hace posible generar toda una campaña para golpear a unos y ensalzar a otros, depende quien pague, pues como dice el dicho de los abuelos: “Con dinero baila el perro”.
Y al revés también opera… ¿cómo es esto? Basta recordar que el cliente favorito de las notas negativas, las sesudas críticas de los intelectuales del periodismo y la mofa permanente de los moneros, FUE EL EX PRESIDENTE FOX, con quien se demostró que cuando no hay jugosos “chayos” los medios se convierten literalmente en un “cuchillito de palo” o dicho de otro modo, si no hay dinero “no baila el perro” e incluso hasta te muerde.
“Con dinero baila el perro”, “de a cómo no”, son frases que reflejan una práctica común entre algunos medios: chiquitos, medianos y grandes, que usan el poder de la comunicación para prácticamente extorsionar a los actores políticos. ¡Pobres de aquellos que no acepten un trato de “publicidad”, porque les va como en feria! Una negativa equivale a hacerse acreedor a una andanada de señalamientos e incluso hasta difamaciones. Aclaro, no es el caso de todos los medios, hay honrosas excepciones.
Poniendo en contexto lo dicho, simplemente menciono, que en el actual proceso electoral del 2018 somos testigos de esto. Sin pretender exonerar al candidato de Por México al Frente, vimos cómo fue tratado Ricardo Anaya por los conductores de Despierta con Loret y cómo se trató a Rosarios Robles. Ambos fueron entrevistados por separado en dicho programa y mientras que al “joven maravilla” lo hostigaron todo el tiempo, interrumpiendo sus argumentos, lanzándole en todo momento la misma pregunta acusatoria, a Rosario Robles le dieron espacio para argumentar en su favor sin ser interrumpida: Vamos, incluso se le dio chance de mostrar su indignación, por los supuestos falsos señalamientos en su contra.
Seguramente, en este proceso de elección del próximo presidente de la República, seguiremos viendo a los rambos del periodismo en acción. Los “soldados del presidente” seguirán haciéndole el “caldo gordo” al candidato oficial y gritando a voz en cuello, todo aquello que vaya en contra de los otros candidatos, sea cierto o sea falso.
