No existe evidencia que sugiera una asociación positiva o negativa entre las diferentes legislaciones del aborto en México y las muertes maternas, este es el resultado del estudio Ranking Nacional de Salud Materna del Melisa Institute, centro privado de investigación biomédica con sede en Chile.
“El estudio lo que demuestra es que la legislación del aborto en general no tiene un impacto sobre la mortalidad materna, sino que son otros factores los que impactan para que una mujer muera”, explicó el doctor Elard Koch, epidemiólogo molecular, doctor en ciencias biomédicas y director de investigación del Instituto, quien presentó los resultados este martes en la Ciudad de México.
“Del total de las causas de muerte en 10 años (en México), el aborto inducido representó el 2.9% y el espontáneo el 0.5%”, señala el documento.
De acuerdo con Koch, el estudio no busca señalar si la legislación sobre aborto “es buena o mala”, sino presentar evidencia científica que separe a la legislación de las principales causales de muertes en mujeres embarazadas.
“A nosotros también nos impresionó el resultado porque se supone que cuando hay acceso al aborto legal deben disminuir los abortos ilegales y, por lo tanto, eso va a provocar menos complicaciones y menos mortalidad. El estudio nos mostró que la legislación del aborto en general, ya sea la que existe en Nuevo León, en Ciudad de México, en Guerrero, no tiene finalmente un impacto sobre la mortalidad materna, sino que son estos otros factores los que finalmente determinan que esa mujer muera o no muera”.
Las principales causas
De acuerdo con los hallazgos del estudio, las medidas más importantes para reducir la mortalidad materna en México son:
- El acceso a la atención obstétrica de emergencia para atender de inmediato una complicación;
- El cuidado prenatal y la atención profesional del parto
- El acceso al agua potable y drenaje para evitar infecciones.
La violencia contra la mujer, ya que, de acuerdo con el documento, se estima que “entre 2.8 y 7.2% de las muertes maternas en los estados mexicanos pueden estar relacionadas con eventos de violencia”.
La postergación de la maternidad, por lo que se requiere “reforzar el cuidado prenatal para detectar factores de riesgo en embarazos que ocurren en el segmento de mayor edad (entre los 35 y los 45 años)”.
El especialista aseguró que si bien es difícil tener un número exacto en cuanto el registro de abortos que se realizan en el sistema de salud pública y en el ámbito de la salud privada en la Ciudad de México, el registro de causas de muerte es confiable y es muy difícil que no se determine cuando una muerte ocurre por un aborto.
Las entidades más afectadas
De acuerdo con el estudio, Guerrero es la entidad con mayor mortalidad materna en México, 64.4 mujeres por cada 100,000 nacidos, seguida de Chihuahua y Oaxaca. Y las principales causas en las tres entidades son hemorragias, insuficiencia en la atención obstétrica y profesional, así como un porcentaje alto de hogares que no cuentan con agua potable.
De acuerdo con los hallazgos del estudio, Nuevo León, Sinaloa y Colima son los estados con menor mortalidad materna en el país, en ellos la postergación de la maternidad y la violencia contra la mujer son los mayores factores de las defunciones que se presentan en estas entidades.
De acuerdo con su abstract, el estudio tomó como base “datos oficiales de mortalidad materna de los 32 estados de México entre 2002 y 2011” y se publicó en 2015 en la revista británica British Medical Journal. La investigación cuenta con la participación de dos científicos mexicanos, Sebastián Haddad, de la Universidad Anáhuac y Fernando Pliego, de la UNAM.