Los obispos de México presentaron un documento las directrices que las parroquias y capillas deberán seguir ante la reapertura de templos en el país.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) presentó este 15 de mayo los Lineamientos Generales para la Apertura Gradual de los Espacios Físicos de la Vida Eclesial, documento que observa las medidas de higiene y sanitización ordenadas por la Secretaría de Salud, e hicieron un llamado a los fieles e integrantes de grupos parroquiales ser caritativos y solidarios en este camino de restablecimiento de las actividades eclesiales en las 3 fases que se comprenden.
Para la Fase 1 de la reapertura, la CEM señala que el obispo de cada diócesis, tomando en cuenta las disposiciones de las autoridades sanitarias, determinará el momento en que los fieles podrán asistir a las celebraciones eucarísticas dominicales y feriales, en grupos pequeños -considerando las dimensiones de cada recinto- y guardando debidamente el distanciamiento Para la Fase 2, correspondiente a la reactivación de las agendas de los movimientos y grupos parroquiales, el órgano episcopal pide considerar los semáforos implementados por la secretaría de salud, a fin de asegurarse que esté permitida a cabalidad la reanudación gradual de las actividades; y una vez de vuelta a las actividades, no descuidar la sanitización de personas e inmuebles, así como el distanciamiento social.
Para la Fase 3, la CEM pide tomar en cuenta las disposiciones de la Secretaría de Salud, de acuerdo con cada región, para emprender con normalidad la vida pastoral ordinaria de las diócesis.
Directrices para la reapertura gradual
Tanto para las zonas rurales como urbanas, la CEM sugiere a las diócesis crear un Equipo Estratégico que pueda determinar con prudencia el número de personas que podrán participar en la Misa dominical en cada recinto, así como diseñar una campaña pastoral para dar la bienvenida de regreso a los fieles, y ofrecer propuestas para la administración de los sacramentos.
Asimismo, propone que el sacramento de la Confesión se realice en espacios amplios, abiertos y a diferentes horas del día; además, que sea por turnos o por cita, a fin de evitar aglomeraciones. La CEM también propone diseñar planes de reactivación económica para el sustento de las diócesis y parroquias de escasos recursos.
De igual manera, la CEM sugiere a las diócesis en general y a las parroquias, en particular, realizar campañas de comunicación para informar de manera clara y concreta sobre el regreso gradual a las celebraciones. En estas campañas, se deberá informar acerca de las medidas sanitarias que se necesitan observar: los recintos deberán estar adecuadamente ventilados; la población en riesgo y personas con síntomas de COVID deberán seguir participando de las Misas a través de plataformas digitales, radio o televisión, y cada recinto deberá disponer para los fieles gel antibacerial y demás artículos de higiene.
Entre otras de las disposiciones, las CEM establece que entre los asistentes deberá existir una distancia mínima de 1.5 metros; guardar la debida separación en el acomodo de bancas; y si es posible, marcar con etiquetas los lugares donde debe sentarse cada persona, además de tener un equipo de laicos que ayuden a sanitizar las manos de las personas.
Prevención, sanitización y limpieza
Para que los fieles puedan participar de la Misa -señala la CEM- deberán portar necesariamente tapabocas, guantes y caretas, y cada parroquia deberá contar con un equipo instruido para santitizar áreas susceptibles de ser tocadas: bancas, sillas, mesas, perillas, baños, pisos, etcétera. Además, se deberá colocar en el exterior recipientes para desechar los tapabocas.
Al estar limitado el número de asistentes a las Misas, la CEM propone ampliar el número de celebraciones; además, de ser posible, medir la temperatura de los fieles, cuidando que sea menor a 37.5ºc. De igual manera, actuando con caridad y prudencia, será necesario evitar el ingreso de personas que hayan estado en contacto con alguna persona positiva a SARS-CoV-2 en los días precedentes.
En sus disposiciones finales, la CEM recomienda seguir omitiendo el intercambio del signo de la paz, y guardar la sana distancia al momento de la Comunión, la cual el sacerdote, debidamente protegido con tapabocas y guantes, deberá seguir dando en la mano. Asimismo, las parroquias que actualmente transmiten misas on-line, deberán prever que al menos una de sus eucaristías dominicales se siga transmitiendo.
Fuente: Desde La Fe