El sábado 26 de enero fue inaugurada con una Misa en la localidad de Sandino, en Pinar del Río (Cuba), la primera iglesia en ser terminada de construir desde que en 1959 tomó el poder Fidel Castro.
La construcción de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús pudo ser terminada gracias en gran parte a las donaciones de los fieles de la iglesia de San Lorenzo en Tampa, Estados Unidos, y que aportaron unos 95 mil dólares. Ambas parroquias mantienen lazos desde aproximadamente el 2010,
La parroquia de Sandino tiene capacidad para 200 fieles y es una de las únicas tres iglesias que el Gobierno comunista autorizó levantar a los católicos y la primera en ser concluida. Las otras dos iglesias en construcción están en La Habana y en Santiago de Cuba.
La localidad de Sandino es el resultado de uno de los “pueblos cautivos” creados en los inicios de la revolución por el régimen comunista para desplazar de manera forzada a las familias que fueron acusadas de tomar parte o colaborar con el alzamiento de campesinos en las montañas de Escambray en la década de 1960 para derrocar a Castro.
Según investigadores cubanos, se calcula que fueron levantados unos 21 pueblos de este tipo –rodeados por alambradas-, donde las familias podían ser vigiladas por el régimen.
En ese sentido, Juan Hidalberto Hernández, un fiel de 60 años que nació en la vecina zona de San Luis, dijo a la prensa que “para la Iglesia es un hecho histórico. Este es un pueblo de desterrados del Escambray”.
“Muchas familias o sus descendientes que dejaron atrás a sus santos no tenían un templo en el cual orar”, señaló.
En la Misa de consagración estuvo presente el sacerdote cubano Ramón Hernández, quien trabaja pastoralmente en Tampa. El presbítero afirmó que la nueva iglesia “es un puente entre Tampa y Cuba”.
En ese sentido, el P. Steven Dornquast, párroco de la iglesia de San Lorenzo, dijo a AP que “estamos viviendo nuestro llamado bautismal de salir al mundo entero para hacer discípulos y proclamar el Evangelio de Jesucristo”.
“Para eso es este proyecto, siguiendo lo que Cristo nos ha dicho que hagamos”, dijo el sacerdote, e indicó que la culminación del templo es parte de la labor evangelizadora, a lo que “nos llamaron a hacer con nuestro Bautismo”.
En la Misa también estuvo presente Caridad Diego, la encargada de asuntos religiosos del Partido Comunista de Cuba.