En medio del debate político y social por la reforma constitucional sobre la educación en México, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) destacó que “el sistema educativo escolar requiere de acuerdos integrales, consensuados por todos”.
En un mensaje publicado en su sitio web, los obispos mexicanos subrayaron que “la educación es esencialmente un acto de alta solidaridad” y toda tarea educativa “exige diálogo y encuentro, generoso e iluminador, que suscite el desarrollo de habilidades y conocimientos, a través de actitudes y valores éticos, que le permitan a cada educando asumir correctamente la realidad y responder a ella”.
“La educación es una cuestión que requiere todo ser humano, un ser siempre inacabado, pero al mismo tiempo capaz de transmitir enseñanzas adquiridas a los demás”, indicaron.
“En todo educador verdadero se da un círculo virtuoso: mientras más se enseña, más se aprende, y mientras más se aprende, más se puede enseñar. Por ello, la comodidad y la avaricia, es decir la búsqueda del propio bienestar como un fin en sí mismo, y/o intereses personales o gremiales, son valores antitéticos al deseo y acción de educar”.
La CEM felicitó además “los recientes esfuerzos conjuntos de redacción entre el gobierno y la sociedad, con su pluralidad de actores, para la reforma al artículo 3º Constitucional, así como sus resultados.
Entre otros: abordar la complejidad del Sistema Educativo Nacional desde la centralidad del derecho humano a la educación, y el privilegiar el interés superior de los niños, niñas y adolescentes”.
“En educación, lo que no avanza, retrocede, por lo que ahora es necesario mantener a todos los actores en el diálogo conjunto ya iniciado, sin privilegiar a ninguno, a pesar de su relevancia. El sistema educativo escolar requiere de acuerdos integrales, consensuados por todos”, indicaron.
Los obispos aseguraron que “como Iglesia, seguiremos siendo respetuosos y propositivos con la tarea del Estado, al igual que el fortalecimiento de la educación laica, que garantiza, precisamente, la libertad religiosa para todos, especialmente para quienes queremos participar en el desarrollo de la Nación Mexicana, ofreciendo espacios de educación privada, formal y no formal, según nuestras creencias y valores de vida”.
“Reconocemos a la escuela como un lugar privilegiado de la educación”, indicaron, al tiempo que aseguraron “nuestro aprecio sincero a todos los maestros, actores fundamentales de la educación escolar, quienes a través de su constante presencia y entrega no sólo han formado a millones de seres humanos, sino que también hoy, pueden dar rumbo a una humanidad necesitada de sentido y claridad”.
Además, alentaron a los padres de familia a que asuman “plenamente su responsabilidad de primeros educadores de sus hijos. Los animamos a que se involucren activamente en los organismos de participación escolar, así como a reforzar lo enseñado en casa y en la escuela, con espacios de educación no formal: escultismo, promoción del arte, el deporte, la cultura y la religión, en los que niños y jóvenes puedan ir integrando el arte de la vida”.
“La educación es la tarea más importante de todo ser humano, en ella se desarrollan sus cualidades espirituales: razón, memoria, afectos, imaginación, sentido común. Gracias a la educación accedemos y mejoramos día a día nuestra cultura, misma que está llamada a engrandecerse, a través de una clara perspectiva ética, la formación ciudadana, el cuidado del medio ambiente y el desarrollo humano, integral”.
“Pedimos a Cristo, Señor y Maestro, que suscite en cada uno de nosotros la generosidad y lucidez para responder ante este momento de la historia, coadyuvando en la construcción de una casa para todos, en donde la paz, la justicia y la fraternidad se vivan plenamente”, concluyeron.