Una vez que ocurra deberemos adaptarnos a nuevas normas sanitarias.
La Arquidiócesis Primada de México, como otras diócesis, también prepara el regreso a las actividades parroquiales, tanto las referentes al culto, a la catequesis y la vida pastoral en general.
Es preciso decir que aún no se ha establecido fecha concreta para iniciar el retorno a los templos y salones parroquiales, pero ya se cuenta con una guía que permitirá a sacerdotes y fieles estar mejor informados y bien dispuestos.
Conviene ir preparando la logística necesaria y la capacitación de equipos que colaborarán para vivir nuestras celebraciones con seguridad y ayudar a que se cumplan las medidas sanitarias oportunas, de modo que templos no se conviertan en focos de contagio.
¿Será pronto el regreso a los templos? Es la pregunta de muchos fieles que anhelan poder regresar a sus parroquias para celebrar y vivir los Sacramentos; pero revirtamos la pregunta y tomemos algunos puntos de reflexión y diálogo: ¿realmente estamos preparados para vivir un nuevo ritmo y orden?, ¿ya conocemos lo necesario para una nueva forma de reunirnos en comunidad?, ¿ya estamos bien dispuestos para seguir cuidando de nosotros mismos y de los ancianos o enfermos de nuestra comunidad?
Con su edición digital del 7 de junio, Desde la fe colabora en la preparación para el regreso responsable y gradual a las actividades eclesiales. ¿Cómo? Con una reflexión del Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México, monseñor Luis Manuel Pérez Raygoza, que siempre tiene una palabra de aliento; además, la acompañan una serie de artículos de sacerdotes y laicos que reflexionan sobre los cimientos de nuestra fe en Jesucristo, las lecciones de la pandemia y la actitud de responsabilidad que debemos asumir por el cuidado de todos.
Mucho hemos aprendido de esta cuarentena y es necesario seguir dialogando y profundizando; aún hay mucho qué valorar a partir del distanciamiento social; los cambios que se han suscitado en la manera de dirigirnos a Dios; y lo verdaderamente importante de la vida necesita seguir siendo asimilado y madurado.
No olvidemos que la privación temporal de los Sacramentos ha provocado un florecimiento de la participación de fieles en los servicios religiosos digitales: ¡han sido una herramienta muy útil! Pero, sobre todo, queremos despertar un buen espíritu -como el buen samaritano- que nos motive a salir el encuentro los más necesitados, pues también nosotros “necesitamos” tender la mano desde nuestra vulnerabilidad y fragilidad.
Hoy somos más conscientes de todo esto. Hoy tenemos oportunidad de seguir creciendo en la vivencia de nuestra fe.
Fuente: Desde La Fe