“Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en Mí, aunque haya muerto vivirá,
y todo aquél que está vivo y creen mí, no morirá para siempre” (Jn. 11, 25).
La Conferencia del Episcopado Mexicano se une a la pena que embarga a Monseñor Francisco González Ramos, al clero, a la vida consagrada y a los fieles laicos de la Diócesis de Izcalli por el sensible fallecimiento del Pbro. Rubén Alcántara Díaz, quien desempeñaba su servicio como Vicario Judicial y rector de la iglesia, Nuestra Señora del Carmen, quien fue víctima de un ataque violento que lo privó de la vida.
Expresamos nuestra consternación y profundo dolor ante este hecho tan lamentable y ante la situación alarmante de violencia que se vive en nuestro país. Y hacemos un firme llamado a la autoridad competente, para que continúe la investigación y llegue al esclarecimiento de los hechos y se haga justicia.
Elevamos nuestras fervientes plegarias a nuestro Padre Dios, justo y bueno, por el eterno descanso del padre Rubén que dio testimonio de servicio a la Iglesia de Izcalli, y pedimos para que el Señor conceda a sus familiares el consuelo de la fe.
Oramos también por todos aquellos que actúan despreciando la vida humana, para que Dios en su misericordia los perdone, y les haga recapacitar y convertirse de corazón.
+ José Francisco Cardenal Robles Ortega
Arzobispo de Guadalajara
Presidente de la CEM
+ Alfonso G. Miranda Guardiola
Obispo Auxiliar de Monterrey
Secretario General de la CEM