WASHINGTON D.C.- Una bebé nacida en Estados Unidos a las 21 semanas de gestación desafía a la ciencia y ha cumplido ya 3 años.
Courtney Stensrud y su esposo aseguran que su niña es un “bebé milagro”. Y no les falta razón.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) advierten que “los bebés nacidos demasiado pronto (especialmente antes de las 32 semanas) tienen tasas más altas de muerte y discapacidad”.
Actualmente se considera que el bebé es viable, aunque con muchas dificultades, desde las 24 semanas de gestación. Hay casos reportados desde las 22 semanas, pero la bebé de los Stensrud no había alcanzado ese punto al nacer.
La edad fetal recomendada para el parto está entre 39 y 40 semanas.
La bebé Stensrud, según los científicos que publicaron su caso en la revista de la Academia Americana de Pediatras, “podría ser la más prematura sobreviviente hasta la fecha”.
Born before 22 weeks, ‘most premature' baby is now thriving: https://t.co/kXyJsPcaUD pic.twitter.com/TidSMkFhzw
— CNN Health (@cnnhealth) 8 de noviembre de 2017
Las complicaciones propias del parto tan prematuro necesitarían que la bebé sea sometida a resucitación médica.
Sin embargo, como explican los científicos en su publicación, “actualmente, tanto las sociedades obstétricas como pediatras aconsejan en contra de evaluar la viabilidad o intentar la resucitación antes de las 22 semanas de gestación”.
El Dr. Kaashif Ahmad, neonatólogo que atendió a Courtney y su bebé en el Methodist Children's Hospital en San Antonio, Texas, y principal autor del estudio publicado en la revista de pediatría, comenzó a consolarla por su pérdida. Pero ella no se daría por vencida.
Como recuerda en declaraciones a CNN, mientras el médico le hablaba “yo solo dije, ¿lo intentará?’, y él dijo que sí, y tres años después tenemos a nuestra pequeña bebé milagro”.
“No cuento mucho su historia, pero cuando lo hago, la gente se sorprende”, aseguró.
“Si hay otra mujer en anteparto que está buscando en Google, pueden encontrar esta historia y pueden encontrar un poquito de esperanza y un poquito de fe”, dijo.
Ella misma se había visto en esa situación. Y encontraba casos de bebés de 22 semanas en adelante. Pero su niña tenía apenas 21 semanas y cuatro días. Al nacer, la pequeña pesaba apenas 425 gramos.
Aunque escuchaba el consuelo del médico, y su advertencia sobre la escasa posibilidad de sobrevivir de su bebé, “solo sentí algo dentro de mí, ‘solo ten esperanza y ten fe’. No me importaba que solo tuviera 21 semanas y cuatro días. No me importaba”.
El Dr. Ahmad precisó que “tenemos que ser muy cautelosos sobre generalizar un buen resultado a una población más grande”.
“Nosotros reportamos este caso porque tras esta resucitación ella salió bien, pero podría ser posible que este sea solo un caso extraordinario y que no deberíamos esperar el mismo resultado de otros bebés”, señaló.
“Tenemos que aprender más antes que podamos hacer cualquier conclusión”, añadió.
Pero el médico destacó los avances de la tecnología para atender a bebés prematuros en los últimos 50 años.
En 1963, recordó, el entonces Presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, tuvo un hijo prematuro junto a su esposa, Jackie.
El bebé solo tenía 34 semanas de gestación y sufrió de “una complicación respiratoria”, que “para nosotros sería una rutina muy fácil de atender”.
“En esa época, hace poco más de 50 años, la tecnología y los medicamentos disponibles no fueron suficientes para salvarlo y falleció a los pocos días”, señaló el Dr. Ahmad.
Por su parte, Courtney Stensrud espera que el caso de su hija inspire y sirva de esperanza a “esos otros padres allá afuera”.
“Desde el momento en que ella entró a este mundo, ella simplemente siempre quiso vivir. Ahora vive la vida”, señaló.