La causa de canonización de la Beata Madre Nazaria Ignacia March Mesa, fundadora de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, ha dado un nuevo paso luego que la junta de médicos en el Vaticano aprobaran la curación sin explicación científica de una religiosa, atribuida a su intercesión.
La protagonista del milagro es la religiosa María Victoria Azuara de 82 años, que el 13 de octubre de 2010 sufrió un derrame cerebral que la dejó sin habla y otros problemas. Los médicos descartaron su mejoría.
Ante lo ocurrido, las hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia que trabajan por la dignidad y los derechos de las mujeres pobres y en la educación, comenzaron una cadena de oración y pidieron la intercesión de la Beata Nazaria.
Luego de 12 días la hermana María Victoria, comenzó a hablar, caminar y recobró el conocimiento.
Ahora es el turno la Comisión Teológica de la Congregación para las Causas de los Santos quien se encuentra estudiando la causa desde el 26 de septiembre.
Posteriormente, se presentará la causa al Papa Francisco quien, de no mediar oposición alguna, firmará el decreto que apruebe el milagro y por lo tanto, la futura canonización de la Beata Nazari.
Las Misioneras Cruzadas de la Iglesia pidieron oraciones y manifestaron su alegría con la esperanza de “gozar juntos de una próxima canonización, de esta mujer que nos deja un camino a imitar, compromiso, comunión con la iglesia, alegría, paz y como dice el Papa, anunciar el Evangelio a todos los hombres”.
Breve biografía
Nazaria Ignacia March Mesa nació el 10 de enero de 1889, en Madrid, España. Por motivos económicos, su familia se trasladó a México e ingresó a la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en 1908.
A fines de 1912 fue destinada a Oruro, Bolivia y, durante más de 12 años, donde se dedicó al cuidado de los ancianos.
Años más tarde, Nazaria salió de la congregación y con el beneplácito de los Obispos de Oruro y La Paz, fundó la Congregación religiosa diocesana de las Hermanas Misioneras de la Cruzada Pontificia, instituto religioso que se erigió canónicamente el 12 de febrero de 1927.
En Bolivia la congregación orientó su trabajo a la dignidad y derechos de las mujeres pobres y la promoción de la educación.
“Quiero levantar a Bolivia de su postración, no quiero solo pan para sus pobres, ni repartir limosnas que se recogen de la caridad, sino elevar la dignidad de este pueblo, enseñándole a trabajar, procurándole trabajo digno, haciéndole sentir que en las manos de todos, y de cada uno, está el participar de la belleza, de la armonía, la dulzura y la felicidad de sentirse hijo de Dios”, decía Beata Nazaria.
Sobre su misión, la Beata señalaba también que consiste en “hacer conocer al hombre el mensaje de Dios que le ama. Para esto es menester ir al hombre, bajar a su nivel, para desde él, tomarlo y llevarlo a Dios, a Jesucristo nuestro Señor. Si, estamos perdiendo lastimosamente el tiempo si no bajamos a la calle… a eso nos empuja nuestra vocación de acción social”.
Nazaria falleció el 6 de julio de 1943 en Buenos Aires, Argentina y un año más tarde se aprobó la constitución definitiva de la congregación y recibió el nombre de Misioneras Cruzadas de la Iglesia.
El 27 de septiembre de 1992, la religiosa fue beatificada por San Juan Pablo II en Roma, y se decidió que su fiesta se celebraría el 6 de julio de cada año.
Las Misioneras Cruzadas de la Iglesia se encuentran en 21 países y continúan su acción social con las mujeres pobres a través de talleres de promoción y capacitación; la educación, el trabajo en cárceles y comedores populares