El crimen organizado sigue golpeando al estado mexicano de Guerrero, luego que una congregación se viera obligada a abandonar la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa debido al asesinato de los padres de una de las religiosas.
La denuncia la hizo el Obispado de Chilpancingo-Chilapa en un comunicado en el que también informó que tras el retiro de la Comunidad Guadalupana, ha quedado sin dirección el colegio Morelos, uno de los más antiguos y reconocidos de Chilapa.
“Nos causa una profunda tristeza e indignación, a la Iglesia de esta Diócesis de Chilpancingo – Chilapa, el secuestro y la muerte de los familiares de una de las religiosas pertenecientes a esa Comunidad Guadalupana; así mismo que se haya criminalizado a las ocho víctimas de la violencia encontradas en Chilapa, el pasado 30 de enero, y entre las que se encontraban los padres de la religiosa, y que se les haya vinculado con grupos delictivos”, expresó.
El comunicado informó que la congregación decidió retirarse de forma definitiva. Esto, indicó, ha traído también incertidumbre sobre el futuro del colegio Morelos, pues “cerrarlo ocasionaría que muchos niños y adolescentes, se quedaran sin recibir una atención educativa de calidad”.
“Exhortamos a las autoridades que clarifiquen estos hechos y traigan la paz y tranquilidad a Chilapa, especialmente a las instituciones educativas”, expresó la Diócesis.
También exhortó “a los grupos delictivos que no toquen, ni destruyan, una de las cosas más sagradas que tenemos: la educación de nuestros niños y jóvenes”.
Esta denuncia ocurre a pocos días del asesinato de dos sacerdotes, también en el estado de Guerrero.
Se trata de los sacerdotes Iván Añorve Jaimes y Germaín Muñoz García, asesinados por unos desconocidos la madrugada del lunes 5 de febrero.
Ante esto, el Obispo de Chilpancingo-Chilapa, Mons. Salvador Rangel, pidió a los miembros del crimen organizado respetar la vida de los presbíteros y de la población en general.
ACI Prensa