Su vida fue un don al mundo; este 18 de mayo se cumplen 100 años de su nacimiento.
San Juan Pablo II fue un nombre excepcional, capaz de provocar en la gente, con tan solo verlo, una serie de sentimientos encontrados que iban de la risa al llanto, al punto de que algunos psicólogos hablaban del “Síndrome de Juan Pablo II”, que se daba de manera similar en muchos de los países que visitaba.
A veces bastaba un solo gesto, como el poner sus dos manos a la altura de los ojos, a manera de catalejos, o dejaba que su sonrisa estallara con la simpleza de un niño, como ocurrió cuando un payaso actuó para él en la Plaza de San Pedro. Estos gestos provocaban que multitudes se conectaran con él de manera afectiva y familiar.
A pesar de que se han escrito y publicado miles de páginas sobre los 26 años de su pontificado, siempre habrá cosas nuevas qué decir, porque millones tuvieron la experiencia de encontrarse con él en el Vaticano, en las calles sobre el papamóvil o a través de los medios de comunicación.
Han transcurrido tres lustros desde su fallecimiento, y pareciera que fue ayer. Recuerdo a un mexicano con quien volé hacia Roma, y al que volví a ver ya de noche, acostado en el piso, a pocos pasos del Vaticano. Lo saludé y le pregunté si no tenía dónde quedarse, a lo que respondió: “No tengo hotel, pero quise venir a verlo porque él fue muchas veces a México”.
Durante los funerales del Papa, que duraron nueve días, acudieron millones de personas de todo el mundo, haciendo largas filas, que se extendían por toda la Avenida de la Conciliación hasta el Río Tíber, para verlo sólo por unos cuantos segundos y despedirse de él. Estuvieron presentes algunos monarcas, presidentes y representantes de otras religiones, quienes le brindaron su afecto y un justo reconocimiento al gran hombre que fue.
Con motivo del centenario del nacimiento de este gran santo, Desde la fe ha preparado cuidadosamente un número especial que no sólo nos ayudará a recordarlo, sino que aportará anécdotas y datos relevantes, poco conocidos, sobre el “Papa amado”.