De manera simultánea a la elección presidencial del próximo 01 de julio 2018, nueve entidades de la República Mexicana, renovarán la totalidad de sus estructuras políticas locales.
En este contexto, los habitantes de la CDMX, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán; elegirán además de Presidente de la República, Senadores legisladores federales, nuevos gobernadores, diputados locales y presidentes municipales.
Procesos que sin lugar a dudas demandarán un importante esfuerzo cívico de seguimiento, análisis y reflexión, por parte de los ciudadanos, particularmente los aproximadamente 27.5 millones católicos en edad de votar, que de acuerdo a las estadísticas del INEGI, habitan en esas localidades, para identificar y seleccionar a los mejores candidatos, hombres y mujeres que a partir de su desempeño político, pensamiento y trayectoria personal, tengan una mayor afinidad con los principios y valores de Doctrina Social de la Iglesia.
A menos de un año de la jornada electoral más grande e importante de México, resulta sumamente importante conocer la percepción de la población de esas regiones, respecto de temas fundamentales como: la protección de la vida y el matrimonio, fortalecimiento de la familia, bien común y libertad religiosa, entre otros.
A la luz de los resultados del capítulo “liberales o conservadores” de la Encuesta Nacional México 2017, realizada por el Gabinete de Comunicación Estratégica, podemos observar que con excepción de la capital del país, en las regiones restantes 6 de cada 10 personas se declaran en favor de la vida, desde la fecundación en la concepción.
Asimismo, de estas mismas conclusiones se desprende que el 67 por ciento de los entrevistados se oponen al uso recreativo de la marihuana.
Sin embargo, en lo que se refiere al matrimonio natural, es necesario reconocer que de acuerdo a los datos arrojados por esta misma medición, únicamente en los estados de Tabasco, Chiapas, Jalisco y Yucatán; la mayoría de los pobladores se manifiestan en favor de la unión formal entre hombre y mujer, como la base de la familia y sociedad.
Mientras tanto en la CDMX, Guanajuato, Morelos, Puebla y Veracruz, solo 4.3 de cada 10 encuestados comparten esa convicción.
Lo cual más que un motivo para el desánimo, representa una magnífica oportunidad para intensificar los trabajos y campañas en pro de la familia, la institución matrimonial y el derecho de educar a nuestros hijos conforme a nuestras convicciones y principios.
Tenemos por delante nueve meses, que pueden ser decisivos para garantizar la prevalencia de los valores que históricamente han dado sustento y viabilidad a nuestra nación.
El primero de julio del año entrante más que elegir una nueva representación política y legislativa, se podría definir el futuro de la familia, de los niños, niñas y jóvenes mexicanos, de la libertad religiosa y el bien común como aspiraciones y derechos de la sociedad. Participemos. Hagamos lo correcto. www.votocatolico.mx
Luis Antonio Hernández
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El autor es director de VotoCatólico. www.votocatolico.mx