¡Querido lector! Te saludo con mucho gusto. Este artículo lo hice enfocado en mi propia necesidad de invertir mi tiempo para lograr hacer más y mejores cosas, y casi puedo imaginarme que no es muy diferente a tu realidad.
Conviértete en una persona mucho más productiva
Quizás te pase como a mí que cuando he terminado mi jornada laboral, se me van las horas del día sin hacer cosas provechosas como estar en mis redes sociales sólo bajando la pantalla, buscando alguna serie de televisión o película por ver, jugando algún videojuego, entre otras cosas. Y claro, está muy bien que te tomes un momento de descanso para relajarte tantito y desestresarte de la rutina de tu día a día, pero ¿no te gustaría invertir mejor tu tiempo para ser más productivo? Bien lo dice el Salmo 90, 12: “Enséñanos lo que valen nuestros días, para que adquiramos un corazón sensato”.
Algunos ejemplos podrían ser: estudiar y conocer temas interesantes (de relevancia o de irrelevancia social, ¿por qué no?), aprender a preparar alguna comida o postre, ejercitarnos, adentrarnos en el conocimiento de un segundo idioma, aprender a tocar un instrumento musical o un juego de mesa, hacer arte: pintar cuadros, crear manualidades, hacer disfraces o ropa, o incluso salir y conocer algún sitio de tu ciudad que no conocías, visitar amigos o familiares (siempre y cuando no haya pandemia jeje), visitar al Santísimo, rezar un Rosario, entre un millón de actividades más que podríamos llevar a cabo.
Manos a la obra
Nuestra vida es bastante flexible y moldeable, no está escrito en piedra que la persona que somos es la persona que va a permanecer por el resto de la vida. Siempre es un buen momento para hacer propósitos en nuestras vidas y querer cambiar. Puedes aprovechar la excusa de que se acerca el inicio de un Nuevo Año pero también puede ser en cualquiera de los meses que tu elijas, la intención es que no nos quedemos estáticos.
Para ello te dejo aquí, 5 pasos para hacer propósitos realizables, pon mucha atención:
1. Que sea una necesidad tuya
Antes de definir tu lista, visualiza el resultado, piensa en ¿por qué y para qué lo quieres?, ¿Cómo le contribuirá a tu vida a ser mejor?, ¿Cómo te sentirás?, ¿Qué experimentarás?, ¿Cómo te cambiará?
2. Que sea de tu interés
Principalmente que tengas la habilidad de poder realizarlo, y si no la tienes aún, sepas que requerirás paciencia y mayor esfuerzo en convertirlo en habilidad. No te desesperes, ¡con perseverancia lo lograrás!
3. Que tengas el tiempo y la disposición
Organiza tu día para que puedas realizar y alcanzar tu propósito. Acuérdate que “menos es mas”, no tiene caso escribir una serie de mil propósitos si realmente no tienes suficiente tiempo para hacerlos. Después de tu jornada escolar, laboral o después de haber atendido a tus hijos, destina un momento de relajación para ti, pero también dedica un tiempo para poder realizar el propósito que definiste. Quizás incluso tu propósito lo puedas realizar en familia y así puedas “matar dos pájaros de un tiro” (como vagamente dice el refrán) para que el tiempo que destines a la realización de tu propósito pueda estar mezclado con el tiempo en familia.
4. Que no represente una carga de trabajo excesiva
La intención es disfrutar cada día, vivir tu vida encontrando momentos que te hagan sentir feliz, por lo que la actividad que te propongas no debe ser más difícil o más inalcanzable de lo que puedas realizar.
5. Anótalo
Agéndalo previamente. Destina esa actividad y ponle un plazo para su finalización en un tiempo específico en el cual crees que lo vas a realizar. Cuando tus propósitos están escritos, agendados o sistematizados en un mapa conceptual, será más fácil recordarlos, llevarlos a cabo y realmente lograrlos.
¡Eres grande!, ¡Sé que lo que te propongas lo podrás lograr!
Fuente: Catoliscopio
