“La devoción del escapulario de la Virgen del Carmen ha hecho descender sobre el mundo una copiosa lluvia de gracias espirituales y temporales”, decía el Papa Pío XII.
Conozca aquí 12 claves para usar este escapulario.
- Lo que no es
Para que se entienda mejor lo que es el escapulario de la Virgen del Carmen, iniciaremos diciendo lo que no es; es decir, no es un amuleto, tampoco una garantía automática de salvación, y mucho menos un permiso para no vivir las exigencias de la vida cristiana.
- Era un vestido
“Escapulario” viene del latín “scapulae”, que significa “hombros”, y originalmente era un vestido superpuesto que caía de los hombros, usado por los monjes en el trabajo. Los carmelitas lo asumieron como muestra de dedicación especial a la Virgen, buscando imitar su entrega a Cristo y al prójimo.
- Es un regalo de la Virgen
Según la tradición, el escapulario, tal como se conoce ahora, fue dado por la misma Virgen María a San Simón Stock el 16 de julio de 1251. La Madre de Dios le dijo: “debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los carmelitas”. Más adelante, la Iglesia extendió este escapulario a los laicos.
- Es un mini hábito
El escapulario actual es como un hábito carmelita en miniatura que todos los devotos pueden portar como muestra de su consagración a la Virgen. Consiste en un cordón que se lleva al cuello con dos piezas pequeñas de tela color café. Una se pone sobre el pecho y la otra sobre la espalda.
- Es uniforme de servicio
San Alfonso María de Ligorio, doctor de la Iglesia, decía: “así como los hombres se enorgullecen de que otros usen su uniforme, así Nuestra Señora Madre María está satisfecha cuando sus servidores usan su escapulario como prueba de que se han dedicado a su servicio, y son miembros de la familia de la Madre de Dios”.
- Tiene varios significados
El amor y la protección maternal de María, la pertenencia a María y el suave yugo de Cristo que ella nos ayuda a llevar.
- Es un sacramental
Es reconocido por la Iglesia como un sacramental. Es decir, un signo que ayuda a vivir santamente y aumentar nuestra devoción. El escapulario no comunica gracias como lo hacen los Sacramentos, sino que dispone al amor del Señor y al arrepentimiento si se recibe con devoción.
- Puede ser dado a un no católico
Cierto día le llevaron a san Simón Stock un anciano moribundo, quien al recobrar el conocimiento le dijo al santo que no era católico, que usaba el escapulario como promesa a sus amigos y que rezaba una Ave María diariamente. Antes de morir recibió el Bautismo y la Unción de los Enfermos.
- Fue visto en una aparición de Fátima
Lucía, la vidente de la Virgen de Fátima, reportó que en la última aparición (octubre de 1917) María se apareció con el hábito carmelita y el escapulario en la mano; pidió que sus verdaderos hijos lo lleven con reverencia y que los que se consagren a Ella lo usen como signo de dicha consagración.
- El escapulario que no se dañó
El beato Papa Gregorio X fue enterrado con su escapulario, y 600 años después, cuando abrieron su tumba, el escapulario estaba intacto. Algo similar pasó con san Alfonso María de Ligorio. San Juan Bosco y san Juan Pablo II también lo usaban, y san Pedro Claver ponía el escapulario a los que convertía.
- El escapulario se impone
La imposición del escapulario se debe hacer preferentemente en comunidad, y procurar que en la celebración quede bien expresado el sentido espiritual y de compromiso con la Virgen. La imposición, por primera vez, la ha de hacer de preferencia un sacerdote, con una oración como la siguiente: “Recibe este escapulario bendito y pide a la Virgen Santísima que, por sus méritos, lo lleves sin ninguna mancha de pecado y que te proteja de todo mal y te lleve a la vida eterna”.
- El escapulario debe estar bendito
Cuando se ha gastado mucho el escapulario puede reemplazarse por uno nuevo bendecido, no se tira a la basura, sino que se quema o se entierra, como signo de respeto. El nuevo escapulario se lo puede imponer el mismo devoto. Con información de AciPrensa