San José, esposo de María y padre adoptivo del Niño Jesús.
La Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede nos presenta varias opciones para obtener la indulgencia plenaria en el Año de San José. Te decimos cuáles son:
El Vaticano publicó un decreto en el que anuncia, por disposición del Papa Francisco, la celebración del Año Santo de San José, para recordar el 150 aniversario de su declaratoria como Patrono de la Iglesia Universal.
Este Año inició este martes 8 de diciembre de 2020 y terminará el 8 de diciembre de 2021 e incluye la concesión especial de indulgencias plenarias. Aquí te decimos cómo puedes obtenerlas.
De acuerdo con el Decreto de la Penitenciaría Apostólica, para ganar la indulgencia será necesario cumplir con las condiciones habituales: confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Santo Padre.
¿Qué es una indulgencia?
La indulgencia plenaria se concede a los fieles que que, con el alma desprendida de cualquier pecado, participen en el Año de San José en ocasiones y con las modalidades indicadas por esta Penitenciaría Apostólica:
- Meditar durante al menos 30 minutos en el rezo del Padre Nuestro.
- Participar en un retiro espiritual de al menos un día, que incluya una meditación sobre San José.
- Realizar una obra de misericordia corporal o espiritual, a ejemplo de la virtud de la justicia practicada de forma ejemplar por san José.
- Rezar el Santo Rosario en familia, de tal manera que se estimule la recreación del mismo clima de íntima comunión, amor y oración que se vivía en la Sagrada Familia.
- Rezar el Santo Rosario con el novio o la novia, de tal manera que se estimule la recreación del mismo clima de íntima comunión, amor y oración de la Sagrada Familia.
- Confiar diariamente el trabajo a la protección de san José.
- Invocar la intercesión de San José obrero para que los desempleados encuentren un trabajo digno.
- Rezar alguna oración a San José en favor de la Iglesia perseguida (dentro y fuera) por los cristianos que sufren persecución. Puede rezarse también la Letanía de san José (La puedes encontrar al final de este artículo), o el Akathistos a San José (para la tradición bizantina).
- Rezar cualquier oración o acto de piedad aprobado en honor de San José, por ejemplo: “A ti, oh bienaventurado José” (La puedes encontrar al final de este artículo), en las siguientes fechas: 19 de marzo y 1 de mayo, en la fiesta de la Sagrada Familia, el domingo de San José (según la tradición bizantina), el 19 de cada mes y cada miércoles, día dedicado a la memoria del santo.
- A los ancianos, enfermos, moribundos y a quienes, por razones legítimas, no pueden salir de su casa, que recen un acto de piedad en honor de san José, consuelo de los enfermos y patrono de la buena muerte, ofreciendo los dolores y dificultades de su vida. Estas personas cumplir, tan pronto como sea posible, las tres condiciones habituales.
Oraciones para ganar la indulgencia plenaria en el Año de San José
Letanía de san José
Señor, ten misericordia de nosotros
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo óyenos.
Cristo escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros.
Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.
Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.
Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.
Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.
Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros.
Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
José, justísimo, ruega por nosotros.
José, castísimo, ruega por nosotros.
José, prudentísimo, ruega por nosotros.
José, valentísimo, ruega por nosotros.
José, fidelísimo, ruega por nosotros.
Espejo de paciencia, ruega por nosotros.
Amante de la pobreza, ruega por nosotros.
Modelo de trabajadores, ruega por nosotros.
Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.
Custodio de Vírgenes, ruega por nosotros.
Sostén de las familias, ruega por nosotros.
Consuelo de los desgraciados, ruega por nosotros.
Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.
Patrón de los moribundos, ruega por nosotros.
Terror de los demonios, ruega por nosotros.
Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros.
V.- Le estableció señor de su casa.
R.- Y jefe de toda su hacienda.
Oremos: Oh Dios, que en tu inefable providencia, te dignaste elegir a San José por Esposo de tu Santísima Madre: concédenos, te rogamos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo al que veneramos como protector en la tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
A ti, oh bienaventurado José
A ti, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y después de invocar el auxilio de tu Santísima Esposa solicitamos también confiados tu patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.
Fuente: Desde La Fe