1º Cuidaré el valor de mi voto e impediré sea mercancía para la corrupción.
2º No me dejaré engañar por falsas promesas de los candidatos.
3º Analizaré las propuestas de los candidatos, sus trayectorias de vida y la congruencia entre unas y otras.
4º Votaré por quienes propongan principios y valores que realmente construyan el bien común.
5º Promoveré con los medios a mi alcance, que todos vayan a ejercer su derecho de voto el día de la elección.
6º Participaré y cumpliré cabalmente mis responsabilidades ciudadanas incluyendo las de ser observador electoral o funcionario de casilla.
7º Denunciaré cualquier ilegalidad que conozca durante el proceso electoral.
8º Exigiré a los candidatos se conduzcan con respeto hacia la sociedad, a sus adversarios y a los ciudadanos.
9º Exigiré a los partidos políticos y candidatos su apego estricto a las leyes, en especial las relacionadas con los gastos de campaña.
10º Exigiré a las autoridades cumplan sus responsabilidades y funciones de manera imparcial y honesta, bajo el principio de cero tolerancia a la ilegalidad de partidos y candidatos.
Los laicos católicos estamos llamados a recuperar y rehabilitar la política que es “una de las formas mas altas de la caridad, porque busca el bien común y los laicos cristianos deben trabajar en política”, como ha dicho el Papa Francisco, teniendo como meta lograr un México mejor en igualdad de oportunidades, solidaridad, justicia y paz social.